La anfitriona de este mes fue la maestra Enya Roselí
Enríquez Brambila, quien expuso su trabajo La importancia olvidada de los
ríos, su degradación y qué podemos hacer al respecto, un tema de actualidad
en Autlán y la región debido al constante deterioro de las condiciones de las
cuencas hidrológicas de las que dependemos.
La exposición de Enya fue muy reveladora, tanto por mostrar
el nivel de degradación de algunas de nuestras cuencas como por la explicación
de todo lo que compone un río, que es mucho más que solo una corriente de agua:
es todo un ecosistema fluvial, que incluye el cauce, la ribera y los sedimentos.
Este ecosistema tiene carácter multidimensional, puesto que conecta poblaciones
y otros elementos que se encuentran a lo largo de la corriente (longitudinal), sus
capas subterráneas (vertical) y todo lo que se encuentra en las riberas de la
corriente (transversal).
Una cuenca, además, proporciona diversos beneficios a
las poblaciones que la componen, humanas o no, llamados también servicios
ambientales: la expositora nos mencionó los beneficios de regulación (atenuar
la energía de las avenidas gracias a sus meandros o recodos), de aprovisionamiento
(provee agua, madera y alimento), culturales (como referencia, elemento identitario,
entre otros) y de soporte (vía de comunicación, por ejemplo). Todos estos
beneficios se ven mermados por la degradación de la salud de las cuencas, provocada
generalmente por la intervención humana, que ocasiona un mayor potencial de
desastres naturales por inundación, pérdida de biodiversidad y otras
afectaciones.
Mediante gráficas e imágenes fáciles de entender, Enya
ilustró la forma en que las cuencas se deterioran por la acción humana. Entre estas
imágenes mostró algunas de cuencas locales: unas del arroyo El Cangrejo, que
muestra graves afectaciones por tiraderos de basura (incluye una gran descarga
¡de cemento!), descarga de drenaje, extracción de tierra y hasta el uso como
camino. Otras fueron del río Ayuquila, del que vimos imágenes aéreas que
muestran pérdida de conexión longitudinal en algunos tramos del cauce.
La ponente llamó, antes de terminar su conferencia, a
la acción: además de acciones de limpieza y reforestación que podemos realizar
los ciudadanos organizados en las riberas que están a nuestro alcance, recomendó
el uso de la aplicación epicollect, que permite la recolección de imágenes de
las cuencas y su deterioro, obtenidas y subidas por los ciudadanos, que serán
procesadas en el proyecto Vigilando los Ríos de la Costa Sur de Jalisco,
desarrollado por Enya. De este proyecto resultarán estadísticas que permitirán
tomar mejores decisiones para la conservación de las cuencas.
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