jueves, 5 de junio de 2025

Microplásticos y responsabilidad social en el Cantinero Científico


 En el patio central de la Casa Universitaria, la tarde del miércoles 4 de junio se celebró una sesión más del programa de divulgación de la ciencia Cantinero Científico, auspiciado por la librería Carlos Fuentes. La sesión comenzó a las 18:10 horas, con la asistencia de unas 20 personas.

El biólogo Enrique Godínez Domínguez, investigador del Centro Universitario de la Costa Sur, expuso el tema Microplásticos, amenaza en el mar, sobre los desechos de plástico que, con tamaños menores a cinco milímetros, se están convirtiendo en un grave problema ambiental y de salud. Lo que los convierte en una amenaza, explicó al inicio de su ponencia, es precisamente el impacto ecológico en la cadena alimentaria y el hecho de que también transportan contaminantes y toxinas, además de que son sumamente difíciles de manejar. El término contaminante, afirmó, les queda corto.

Según el doctor Godínez, el plástico es uno de los materiales que más han influido en el desarrollo de la Humanidad, del que existen siete tipos diferentes. Es un derivado de los hidrocarburos y tiene usos infinitos; es más caro reciclar plástico que crear nuevo, por lo que cada vez hay más, es omnipresente y, según la industria y la economía, la vida moderna es inviable sin él. Está presente en todos los actos de la vida cotidiana.

El ponente expuso algunos datos sobre el impacto de este material en el mar, que es el sitio al que van a dar muchos de los contaminantes de todo tipo que los humanos generamos. El 20% del plástico que existe llega al mar tarde o temprano, ahí, del 60 al 80% de la basura es plástico. El 70% de este material se hunde al fondo del mar, por lo que no es visible en la superficie. Los microplásticos están presentes en animales comestibles y en la sal marina y representan un riesgo grave para la salud humana, al acumularse en órganos como el cerebro, el hígado y los riñones.

En la exposición, el doctor Godínez explicó el impacto que los microplásticos causan en la cadena trófica marina y, por consecuencia, en la salud de las personas. Las partículas más pequeñas son ingeridas por el fitoplancton, que pueden causar su muerte y su ingesta, a su vez, por el zooplancton, a cuyos individuos puede causar la muerte o una atrofia en su desarrollo y en el de sus descendientes, al afectar el desarrollo de los huevecillos. De cualquier forma, luego el zooplancton es comido por animales, a cuyo organismo se integra causándoles daños en diversos órganos y pasando, enseguida, a los humanos.

El doctor mostró estadísticas recientes (2024) en las que se estudió la presencia de microplásticos en órganos de personas fallecidas en el año 2016, comparándola con la de personas muertas en 2024, donde se percibe un aumento importante, con la diferencia de solo ocho años. Para concluir la sesión, el ponente dio algunas recomendaciones para tomar en cuenta en casa buscando reducir la presencia de microplásticos: sustituir tablas de picar de plástico por las de madera o vidrio, no comprar botellas de agua, entre otras. Pero también se desarrolló una sesión de preguntas y comentarios sobre cómo se debe contar con políticas públicas que inhiban la producción de más plástico innecesario o de un solo uso y que protejan la seguridad alimentaria.

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