En la bien conservada finca
donde funciona el restaurante La Casona, en el centro de Ciudad Guzmán, de
valor histórico, arquitectónico y hasta literario que ha ido acumulando en sus
tres siglos de historia, se desarrolló entre el 6 y el 7 de junio pasados el
primer Coloquio Decimonónico de Jalisco, organizado por un comité del que
formaron parte Didiana Sedano Sevilla, Ricardo Cortez Guzmán y Rafael Nolasco
Ramírez, quienes además encabezan, respectivamente, los proyectos Refugio
Barragán de Toscano y Loza de Sayula y el restaurante ya mencionado. El comité
contó con el apoyo del gobierno de Zapotlán el Grande y con un variado grupo de
patrocinadores.
En el coloquio se
presentaron nueve ponencias sobre arte, historia, literatura y patrimonio
cultural, presentadas por cronistas e investigadores de todo Jalisco. Se desarrolló
en el patio central de La Casona, bajo un toldo que los organizadores
dispusieron para la presentación de las ponencias, con equipo de sonido, una
pantalla para exhibir el material de apoyo y un arreglo floral a base de rosas
amarillas. Bajo nuestros pies, el piso de ladrillo y de vetustas baldosas de
piedra volcánica, testigos de a saber cuántas historias y personajes relevantes.
En este sitio, a las 16:05
horas del viernes comenzó el coloquio, con una asistencia de alrededor de 15
personas, que iría mejorando a lo largo de la tarde, hasta rebasar el doble de
esa cifra. Entre los asistentes estuvieron la regidora Marisol Mendoza Pinto,
el arquitecto Ramón Ventura, de Colima, y el politólogo Alberto Olvera. A
nombre del comité organizador, Rafael Nolasco y Ricardo Cortez dieron un
mensaje de bienvenida, en el que explicaron que este coloquio es el fruto de
semanas de trabajo y agradecieron la disposición de los ponentes y de los patrocinadores.
Primera jornada. Conservación
del patrimonio y narración de la historia.
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Celia del Palacio. |
La doctora en Historia
Celia del Palacio Montiel, reconocida autora de novela histórica, abrió el
coloquio con la conferencia magistral El proceso creatvo. Historia-novela-biografía/autobiografía.
“No me alcanzará la vida”, que comenzó precisando la diferencia entre la
ficción y la historia, que se puede concentrar en su intención principal: una
buena narración para la ficción y el hallazgo de “la verdad” para la historia. También
compartió algunas definiciones de novela histórica, de autores como Fidel López
y Umberto Eco, y expuso una clasificación de este tipo de narración, así como
su evolución a partir de su surgimiento en el siglo XIX con la obra del británico
Walter Scott, quien da mayor importancia a la personalidad de la gente común
que a la de los grandes héroes, aunque los ubica siempre en contextos históricos
con características bien fundamentadas. En cuanto a la novela histórica en
México, la ponente mencionó algunas variaciones que aquí se desarrollaron en el
XIX, como la indigenista, la colonialista y la testimonial, y las que surgieron
en el siglo XX, como la de la Revolución, la novela cristera y la novela
moderna. Para ejemplificar las características de los distintos tipos de novela
histórica, la doctora Del Palacio mencionó títulos como Los pasos de López,
donde encontramos metaficción y anacronismo, y El general en su laberinto,
por la humanización de un personaje broncíneo, como Simón Bolívar; también explicó
que la novela histórica conoció un auge en nuestro país a partir de las grandes
conmemoraciones de las últimas décadas, como el quinto centenario del
descubrimiento de América o el bicentenario de la Independencia. En la actualidad,
dijo, existen nuevos estilos literarios que enarbolan una redefinición y recuperación
de voces silenciadas en otras épocas, a partir de las luchas feministas.
Luego de comentar las
características de la biografía y la autobiografía, híbridos entre la literatura
y la historia y en las que el autor debe decidir qué contar, la doctora Del
Palacio contó detalles del proceso de la escritura de sus novelas Leona
(2010), Adictas a la insurgencia (2010), Las mujeres de la tormenta,
Hollywood era el cielo, El camino del fuego y No me alcanzará la vida
(2008). En esta última, la ponente se detuvo a explicar que es una obra escrita
en dos tiempos, con elementos autobiográficos, y que tiene su origen en su
tesis de licenciatura, sobre la primera generación romántica en Guadalajara, y
en un “compromiso profundo” para contar la historia del poeta Miguel Cruz Aedo.
Narró los retos para lograr esta novela, entre los que estuvieron la
investigación acuciosa y un equilibrio entre fidelidad y ficción, y mencionó
las fuentes que le sirvieron para reconstruir esta historia, que no solo fueron
documentos en papel sino también museos, pinturas, mapas, entre otros. La ponencia
cerró con la explicación de que una novela llega a un mayor público y ofrece la
oportunidad de replantear el pasado o enfocarlo de distinta forma.
El segundo turno fue para
Leslye Berenice Velázquez Limón, licenciada en Turismo que se encuentra
haciendo un posgrado en Madrid, desde donde se conectó mediante videollamada
para presentar su trabajo Casonas de Sayula: historia, caracterización y
revalorización del patrimonio cultural arquitectónico, un análisis de la
arquitectura patrimonial de la antigua capital de la provincia de Ávalos desde
el turismo sostenible. Luego de algunas consideraciones sobre la legislación
existente que reconoce y obliga a la conservación del patrimonio edificado, la
ponente hizo una exposición de las características e historias de algunas de
las casas patrimoniales de Sayula, que forman parte de un estudio que abarca 15
de estas fincas, mismas que cumplen con los requisitos de una buena conservación,
disposición de sus moradores para compartir información y que tengan una
utilidad o potencial turístico. En esta exposición conocimos ejemplos exitosos
de reconversión de fincas que fueron exclusivamente para habitación y hoy
tienen otra función, sin perder sus características físicas, como el hostal
Mamá Chuchita y la casa de ponche Doña Fela, así como de pérdida de construcciones,
como el Teatro Cueto. Leslye Velázquez concluyó su exposición destacando el potencial
cultural de Sayula y llamando a no homogeneizar la oferta turística y enfocarse
al turismo cultural y sostenible.
El cronista de Autlán, Guillermo
Tovar Vázquez, presentó enseguida el trabajo El templo de la Purísima en
Autlán, un ejemplo del neogótico en la Costa de Jalisco, que comenzó con
una explicación sobre el estilo neogótico y cómo se puso de moda en el
porfiriato, época en que inició la construcción de decenas de templos en este
estilo, especialmente en el Bajío y el Occidente de México. Siguiendo a Martín
Checa Artasu, mencionó que se trató de una expresión de afirmación identitaria del
sector conservador y clerical, en una época en que se había relajado la aplicación
de las Leyes de Reforma y comenzaba a recuperar su relevancia política y
social. Dicho esto, comenzó una exposición sobre la historia de la construcción
de este templo, desde el permiso otorgado por el obispo de Colima, Atenógenes Silva,
en junio de 1893 a las Hijas de María para la construcción de una capilla en el
centro de Autlán, hasta su bendición el 8 de diciembre de 1922. Mencionó la
fecha de colocación de su primera piedra, en 1898 (mismo año en que inició la
construcción del Santuario Guadalupano de Zamora, Michoacán, del mismo estilo,
y un año después del también neogótico Templo Expiatorio de Guadalajara) y las vicisitudes
que conoció su fábrica a lo largo de 24 años, desde la falta de recursos
económicos, la disminución del interés en su seguimiento por las autoridades
eclesiásticas y el trastorno generalizado que significó la Revolución. A diez
años de su conclusión, vendría el terremoto del 3 de junio de 1932, que le
causó daños graves que significaron la pérdida de su campanario y de sus
vitrales, lo que no fue motivo para que dejara de ser el favorito de las élites
autlenses para celebrar las ceremonias religiosas de sus principales actos
sociales.
Francisco Javier Sánchez
Muñoz, cronista de San Miguel el Alto, presentó Sublevación
cristera en Jalisco: reflexiones sobre causas y consecuencias, una
exposición que comenzó con la reflexión de que este movimiento no fue una
revolución, una guerra o un golpe de estado, conceptos con los que distintos
autores lo definen, a veces indiscriminadamente, sino que se trató de una
sublevación o alzamiento popular. Sus detonantes fueron las Leyes de Reforma y
decretos derivados de ellas, que le quitaban a la Iglesia algunos privilegios,
así como el movimiento religionero de 1873-1874 y el movimiento católico
anticonstitucionalista de 1917-1919, impulsado por Francisco Orozco y Jiménez. El
ponente analizó el decreto 2801, del 16 de marzo de 1926, en el que se
establece en 250 el número de ministros de culto en Jalisco, con cantidades
definidas para cada municipio, el cual es un motivo más de descontento de la
élite católica hacia el gobierno, que estalla en la etapa armada de la
Cristiada. Este movimiento se desarrolló en tres periodos, según este trabajo:
el ya mencionado anticonstitucionalista, la primera fase del conflicto armado,
entre 1926 y 1929, y la conocida simplemente como “segunda”, entre 1929 y 1935,
luego de los acuerdos cupulares entre la Iglesia y el gobierno, de la que se
habló poco en la prensa pero que también causó la muerte de muchos mexicanos. El
ponente habló también de la lucha en los periódicos de Guadalajara, que tenían
una militancia bien definida, así como de los bandos que participaron en el
conflicto y que no se limitan solo a los cristeros y el gobierno, sino que involucran
también a asociaciones civiles, pacifistas, profesores y defensas sociales,
entre otros. La reyerta, en opinión del cronista, resultó estéril, puesto que
no consiguió ningún cambio.
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De izq. a der.: Marco Antonio Acosta, Ricardo Cortez y Didiana Sedano. |
El cierre de la primera
jornada estuvo a cargo del doctor Marco Antonio Acosta Ruiz, académico
del Centro Universitario del Norte, quien expuso el trabajo Viajeros del
siglo XIX en Jalisco. Una mirada al pasado prehispánico, en el que
reflexiona sobre el papel de la Ilustración y Napoleón como detonantes del
interés por el conocimiento de la Antigüedad, que se expresó en un primer
momento mediante las investigaciones y la exhibición en museos europeos de piezas
de la cultura egipcia. Otra vertiente de este interés se volcó sobre América, a
donde acudieron en distintos momentos viajeros investigadores como Carl Lumholtz,
Adela Bretón, Frederick Starr y León Diguet, que estuvieron en Jalisco y
dejaron obra escrita sobre sus observaciones, algunas de las cuales son las
primeras que ponen atención en lugares como Guachimontones. Esta ponencia
terminó con un homenaje a José María Arreola, primer arqueólogo de Jalisco.
Segunda jornada. Personajes
del Jalisco decimonónico
Luego de un mediodía cálido
en Ciudad Guzmán, que no nos dejó extrañar el clima de Autlán ni parecía
presagiar una lluvia para la tarde, se desarrolló la segunda jornada del
Coloquio Decimonónico, en el mismo sitio que el día anterior. Comenzó hacia las
17:20 horas, también con poca asistencia, que fue creciendo al paso de los
minutos.
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Arturo Camacho. |
La jornada comenzó con la
conferencia Los primeros ciudadanos de la nación, el retrato en Jalisco
1823-1856, del historiador del arte Arturo Camacho Becerra, quien
comenzó su intervención con una explicación sobre el retrato, género pictórico
que surge en sociedades económicamente consolidadas y aparece por primera vez
en Faiyum, Egipto. Mostró enseguida algunos ejemplos de retratos renacentistas y
de periodos posteriores, explicando sus características y evolución. Ya en
nuestro país, la evolución del retrato continúa con los retratos de castas y de
monjas coronadas, a los que el doctor Camacho considera la aportación de México
a la historia de este género. Luego vendría la parte medular de la conferencia,
dedicada a mostrar algunos ejemplos de retratos de personajes jaliscienses del
siglo XIX, sometidos a un análisis iconológico e iconográfico, es decir, sobre el
aspecto simbólico de sus elementos y sobre una descripción de éste, respectivamente.
Así, vimos retratos de personajes como Prisciliano Sánchez, primer gobernador
de Jalisco, que cuenta con símbolos relacionados con la masonería, de fray
Manuel Crisóstomo Nájera, uno de los líderes del partido conservador, entre
otros. En la segunda parte de la conferencia, denominada “Las edades del hombre”,
el ponente mostró retratos de niños, jóvenes y adultos tapatíos, en los que los
autores incluyen elementos que resaltan los atributos de cada edad y de su
posición social. Aquí se incluyeron también retratos mortuorios, iniciando con
el famoso Muerte de Bernardina Madrueño (1852), cuya composición comparó
el ponente con un cuadro mortuorio virreinal y una fotografía mortuoria del
siglo XX, cuya composición es básicamente la misma. Esto dio pie para el cierre
de la conferencia, con un comentario sobre el valor etnográfico que tienen los
retratos, más allá de su valor artístico.
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Víctor Medina, antes de la tormenta. |
Víctor Daniel Medina
Hernández, historiador y profesor de Historia en bachillerato,
presentó un trabajo sobre el asesinato de Ramón Corona, titulado El
magnicidio que conmocionó a Jalisco, el caso del general Ramón Corona. Fue una
interesante ponencia sobre la vida y la obra de Ramón Corona, con énfasis en su
actuación en las guerras intestinas de mediados del siglo XIX, en las que se
destacó a pesar de no ser militar de carrera. Como sucedió con otros militares
de esta época, a partir de la República Restaurada comenzó una carrera
política, en la que fueron sustituyendo a los políticos profesionales en las
posiciones de poder, teniendo Ramón Corona una trayectoria ascendente, que lo
llevó incluso a ser embajador en España. La ponencia también se enfocó en el
asesino de Corona, Primitivo Ron, un personaje interesante de vida errática,
que lo llevó a ser cosas tan disímbolas como gendarme en la Ciudad de México y
director de escuela en Nayarit. Con un aparente desequilibrio mental, Ron se
instaló en Guadalajara siendo Ramón Corona gobernador, quien lo recibió en su
despacho pocos días antes del magnicidio para recibir su solicitud de emplearlo
como supervisor en la policía tapatía. El ponente describió paso a paso cómo
ocurrió el asesinato, en una salida del gobernador al Teatro Degollado para
asistir a una función, en cuyo trayecto fue atacado por Ron con arma blanca,
causando su muerte horas después, pero también habló de los momentos en que el
gobernador agonizaba en una sala del Palacio de Gobierno, de los homenajes que
recibió a su muerte y del fin que tuvo Primitivo Ron y sus restos, que pagaron su
delito aún décadas después de haberlo cometido. La ponencia del historiador
Medina fue algo accidentada porque, a pesar de lo que mencioné antes, sí que
cayó una buena lluvia de forma intempestiva mientras se desarrollaba lo más
interesante de la conferencia, por lo que ésta se interrumpió por unos minutos,
mientras nos resguardábamos en los pasillos de la casona.
Desde El Grullo se
presentó en el coloquio Orlando Martín García Castillo para presentar el
trabajo El plan Zacate Grullo de 1864 en el contexto de la Intervención
Francesa, que tuvo como base la crónica publicada por Ireneo Paz, testigo
presencial de estos hechos, en su obra Algunas campañas. El ponente
narró el desarrollo de la guerra de Intervención en esos años en el sur de
Jalisco y planteó algunas interrogantes sobre el motivo para que se reunieran,
la noche del 13 de diciembre de 1864, en la hacienda Zacate Grullo, los
gobernadores republicanos de Jalisco y de Colima, Anacleto Herrera y Cairo y
Julio García, respectivamente, convocados por el guerrillero Antonio Rojas para
la firma del mencionado plan, que amenazaba a la población civil con pasarla
por las armas de no auxiliar a los republicanos o hacerlo con los
imperialistas. Llamó a las autoridades municipales de El Grullo a conservar el
mural Pacto de sangre, que se encuentra en el edificio conocido como
Antigua Presidencia, en ese municipio, y que narra de manera gráfica la firma
de este plan, considerando que tanto la obra como el conocimiento de este
episodio de su historia son elementos que dan identidad a los grullenses. Esta ponencia
y la siguiente se desarrollaron ya en el extremo del corredor sur de la casona,
al resguardo de la lluvia y con un inmejorable fondo con pinturas y esculturas
religiosas.
La última ponencia de
este primer coloquio fue Literatura científico-arqueológica decimonónica en
Jalisco. El caso de los objetos cerámicos de Chapala, del doctor Ignacio
Moreno Nava, de la Universidad de la Ciénega del Estado de Michoacán de Ocampo.
En ella se hace un análisis de la obra The little pottery objects of lake
Chapala, Mexico, en la que el arqueólogo pionero estadounidense Frederick
Starr hace una relación de sus hallazgos de objetos de cerámica pequeños en la
ribera del lago de Chapala, a finales del siglo XIX. En la obra de Starr, ilustrada
por el artista armenio Mihran Kevork Serailian, se hace una minuciosa
descripción, literal y gráfica, de estos objetos, y se ofrecen conjeturas sobre
su procedencia y las características de la cultura que las produjo,
considerándose una de las primeras obras de arqueología de nuestro estado. El doctor
Moreno también compartió algunos recursos tecnológicos con los que estos mismos
objetos y la obra de Starr son estudiados en su Universidad, desde análisis de
texto hasta mapeo en tercera dimensión, lo que permite una mejor comprensión de
ellos.
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De izq. a der.: Alejandro Barragán, Ignacio Moreno, Ricardo Cortez y Didiana Sedano. |
Al concluir esta
ponencia, el diputado local Alejandro Barragán dio un mensaje de felicitación a
los organizadores del coloquio, donde propuso replicarlo en el Congreso del
Estado. Este mensaje y otro más de los organizadores sirvieron como clausura del
coloquio, que dejó en los ponentes y en el público una muy buena experiencia:
la de convivir con personas apasionadas y generosas, dedicadas a la promoción
de la cultura.