domingo, 16 de julio de 2023

Autlán fue sede del segundo Festival Mexicano de las Serpientes

Foto de Andrea Tovar.

 En la semana que está concluyendo, en Autlán se desarrollaron algunas actividades dentro del marco del segundo Festival Mexicano de las Serpientes, que tuvo como sedes varias ciudades e instituciones de todo el país.

Además de la conferencia Serpientes venenosas de Autlán, dictada por Héctor Alejandro Estrada Carrillo en el Aula Magna la mañana del jueves, el sábado 15 de julio estuvo a disposición del público una exposición de serpientes vivas, en el jardín Hidalgo. De hecho, es la segunda exposición de este tipo que se realiza ahí, luego de que en 2022, durante el primer festival, se realizara la primera de ellas. Tanto la conferencia como la exposición y las actividades complementarias de ésta, fueron organizadas por el grupo Herpetco, en colaboración con el gobierno municipal.



Como ocurrió el año pasado, la exposición se montó en el costado norte del jardín. Ahí se dispusieron unos toldos y unas mesas sobre las que los organizadores colocaron vitrinas con los ejemplares que los varios cientos de asistentes pudimos conocer de cerca; acompañando a las serpientes estaban algunos miembros del grupo organizador, que lo mismo levantaban y prestaban a quien quisiera tomarlos a los ejemplares no venenosos que daban completas explicaciones sobre sus características y hábitos y, con gala de paciencia, contestaban a las preguntas de los profanos: efectos del veneno, qué hacer cuando vemos una serpiente en nuestra casa, cómo evitar un encuentro si andamos en el campo…

Así conocimos (o nos volvimos a encontrar, ahora sin miedo) a la culebra lira o chata (Salvadora mexicana), al tilcuate (Drymarchon melanurus), a la culebra verde ratonera (Senticolis triaspis), a la ilamacoa (Boa sigma), la falsa coralillo (Lampropeltis polizona), la falsa nauyaca (Trimorphodon tau) y la ojo de gato (Hypsiglena torcuata), todas ellas comunes de ver en Autlán e inofensivas para los humanos. Había otras serpientes inofensivas pero que no se encuentran en Autláncon facilidad, como otra ojo de gato (Leptodeira maculata) y la escombrera (Pseudoleptodeira latifasciata). Todas estas estaban a disposición del público, que podía manipularlas y acercarse a ellas, bajo la supervisión de los organizadores.

Serpiente de cascabel.


En la sección de las serpientes venenosas había dos serpientes de cascabel (Crotalus basiliscus) y una zolcuate o cantil (Agkistrodon bilineatus), ambas fáciles de encontrar en Autlán, no solo en el campo sino también dentro del pueblo. Los organizadores nos explicaron que las dos especies tienen veneno capaz de matar a un ser humano, aunque sus características son distintas: la de cascabel afecta al tejido muscular y la del zolcuate, además, al sistema nervioso central. Según experimentos que se han realizado, el veneno de la segunda tiene también un efecto mucho más rápido. Estas serpientes, desde luego, no podían ser tocadas.

Zolcuate.


Dentro de los mismos toldos en que se realizaba la exposición se desarrolló un taller de dibujo de serpientes, en el que participaron niños, jóvenes y adultos: aprendieron a identificar algunos patrones en las escamas de los distintos tipos de especies, las diferencias en la forma de la cabeza o de los ojos, entre algunos otros elementos útiles a la hora de dibujar un animal de este tipo.



Los organizadores también llevaron algunos artículos para vender: había tazas impresas con serpientes de la región, pósters informativos de las serpientes que se pueden hallar en Autlán y fotografías profesionales de esta fauna. La exposición inició hacia las 10:30 horas, cuando fue inaugurada por el director de Medio Ambiente del gobierno de Autlán, Moisés Muñoz, y terminó a las 16:00 horas. Durante todo ese tiempo el flujo de visitantes fue constante y nutrido, con una mayoría de niños y adolescentes, lo que hace pensar que el objetivo de Herpetco, eliminar los mitos y mejorar el conocimiento del público sobre las serpientes, se consiguió.



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