martes, 31 de octubre de 2023

Con un concierto de la Orquesta Sinfónica ECOS Autlán terminó la XVII Semana Cultural del BTA


 El viernes 27 de octubre fue la última jornada de la XVII Semana Cultural del Bachillerato Tecnológico de Autlán (BTA), que concluyó con un concierto de la Orquesta Sinfónica del Núcleo ECOS Autlán en el auditorio de la UNIVAG. El concierto comenzó a las 10:05 horas, con la asistencia de unas 80 personas, entre alumnos del BTA, padres de los músicos y público en general.

Bajo la dirección del profesor Armando Emmanuel Pedraza Guerra, la orquesta ofreció un repertorio variado, con composiciones derivadas del folclor de algunas regiones de Europa, piezas de óperas y arreglos del mismo director a composiciones de otros autores y aún una pieza compuesta por él mismo. También escuchamos, en la segunda parte del concierto, música de compositores latinoamericanos, para cerrar con el himno de la identidad autlense.

El programa del concierto fue el siguiente:

Canción del botero del Volga, del folclor ruso.

Preludio al Te Deum de Marc Antoine Charpentier.

Marcha eslava, de Peter Tchaikovski.

Hornpipe, de Música Acuática de Haendel.

Finlandia, de Jean Sibelius.

Escenas de ballet, de Robert Bennet Brown.

Obertura mexicana, con fragmentos de piezas tradicionales mexicanas, como La cucaracha o Las chiapanecas.

La cumparsita, de Gerardo Matos Rodríguez, con arreglos de Armando Pedraza.

Trepak, de Peter Tchaikovski.

Sueño despierto, de Armando Pedraza.

Viva Autlán, de Clemente Amaya, con arreglos de Armando Pedraza.

Terminado el concierto y luego de que la directora del BTA, maestra Rosaura Yazmín Sánchez Jiménez, entregara una constancia a la orquesta por su participación en la semana cultural, el cronista de Autlán, Guillermo Tovar Vázquez, dio por clausurados los trabajos de la XVII Semana Cultural del BTA a las 10:59 horas.

Un panorama de la danza folclórica mexicana en la XXIX Semana Cultural Universitaria


 La noche del jueves 26 de octubre, al terminar el concierto de la Orquesta Sinfónica del Núcleo ECOS Autlán, se presentó en el escenario del Aula Magna el ballet folclórico Aotlitlán, fundado en el año 2000 y dirigido por el maestro Joel René Romero Corona. El espectáculo comenzó a las 20:30 horas, ante unas 200 personas.

El grupo presentó cinco estampas de bailes folclóricos de diversas regiones de México, utilizando una pista musical y aprovechando la pantalla del fondo del escenario para exhibir ahí escenas que complementaran cada una de las estampas. En la velada participó también el grupo Hilos de Plata, integrado por siete bailarines ancianos que interpretaron algunas de las estampas.

La primera estampa fue la del Estado de Puebla, quizás la más vistosa de todas gracias a la pieza Quetzales, en la que los bailarines recuerdan la majestuosidad y los movimientos de esta ave mesoamericana. Luego de esta pieza y de Espuelas de Amozoc vinieron Chinas mexicanas y Chinacos, estas últimas a cargo del grupo Hilos de Plata.

La estampa de Jalisco Ranchero fue la segunda en el programa, integrada por los sones El pasacalles, El autlense y El caporal, en los que los bailarines utilizaron trajes campiranos de faena, utilizando como fondo una fotografía de las ruinas de una hacienda.

El grupo Hilos de Plata se hizo cargo, por completo, de la estampa de la Costa de Nayarit. Con música de banda sinaloense, estos entusiastas bailarines interpretaron Mi lindo Nayarit, De Mazatlán a Acaponeta y El toro mambo, que no dejó de traer recuerdos del Carnaval de Autlán.

La estampa Jalisco Contemporáneo fue la que más duró, con un total de siete piezas, entre sones tradicionales y canciones modernas. Comenzó con el conocidísimo son de La negra, para continuar con Las alazanas, El jalisciense, El nuevo jarabe jalisciense, El maracumbé, El perico loro y Los machetes, en los que fueron alternando con el grupo Hilos de Plata. Aquí la iconografía fue mucho más cercana al estereotipo de lo jalisciense: trajes de charro en los bailarines, una fotografía de un campo de agave como fondo y el arranque con La negra, una de las piezas musicales más reconocidas de la música popular mexicana.

Una parte del público creímos que con la estampa jalisciense rubricaría su presentación el ballet Aotlitlán, como es costumbre en los grupos folclóricos de la región. Sin embargo, todavía faltaba el plato fuere de la noche: al ritmo del Huapango de José Pablo Moncayo la totalidad de los bailarines interpretaron la estampa que llamaron Retablo Mexicano, un recorrido por cuadros dancísticos folclóricos de distintos lugares del país: comienza con danzas de tipo prehispánico, incluida la representación de un combate a macuahuitl, para continuar con piezas de Nuevo León, el Sureste, Jalisco y otros lugares de México.

La actuación de Aotlitlán fue muy aplaudida, merecidamente. Imposible no recordar su actuación en el teatro Degollado hace algunos años, imponiéndose en la respuesta del público a otros grupos folclóricos jaliscienses.

Ofreció la Orquesta Sinfónica ECOS Autlán un concierto en la XXIX Semana Cultural Universitaria


 La noche del jueves 26 de octubre en el Aula Magna del centro cultural José Atanasio Monroy y como parte del programa de la XXIX Semana Cultural Universitaria, la Orquesta Sinfónica ECOS Autlán ofreció un concierto con una selección de música de distintas épocas. Con la asistencia de unas 200 personas, el concierto comenzó a las 19:35 horas.

El programa del concierto comenzó con la Canción del botero del Volga, para continuar con el preludio del Te Deum de Marc Antoine Charpentier y una serie de composiciones de grandes autores de óperas: la Marcha eslava de Tchaikovski, Hornpipe de Haendel y Finlandia, de Sibelius. La segunda parte del concierto traería Escenas de ballet, de Robert Bennett Brown, Obertura mexicana, un popurrí de piezas tradicionales mexicanas de los siglos XIX y XX; un arreglo de La cumparsita, de Gerardo Matos Rodríguez, realizado por Armando Pedraza; Trepak, de Tchaikovski; Sueño despierto, de Armando Pedraza, y Viva Autlán, la marcha de Clemente Amaya. La acústica del Aula Magna hace innecesario el uso de un equipo de sonido para magnificar el volumen de la orquesta, así lo entendieron y ejecutaron los organizadores y el director, afortunadamente.

La orquesta es dirigida por Armando Emmanuel Pedraza Guerra, director del Núcleo ECOS Autlán. Está compuesta por músicos que viven aún su infancia o adolescencia y que se encuentran formándose en la disciplina y el arte de la música en el mencionado Núcleo. Debutó apenas en diciembre de 2021 pero ya tiene presentaciones en diversos escenarios.

Piano, pintura, voz y danza en la XVII Semana Cultural del BTA


 La cuarta jornada de la XVII Semana Cultural del Bachillerato Tecnológico de Autlán (BTA) se desarrolló en el Museo y Centro Regional de las Artes, uno de los centros culturales más activos de la región. Ahí hubo un encuentro de los alumnos del BTA con el pintor Jorge Ponce y la escritora Darinka Rodríguez y una presentación del ballet folclórico Vive Jalisco; entre estas actividades hubo también un concierto del artista autlense Jorge Isaac Martínez Corona, quien compartió algunas de sus composiciones y arreglos a obras de otros autores, acompañado en la voz por Laura Meillón Johnston y por la bailarina Diana Laura García Mallorquín. El concierto comenzó a las 10:20 horas y se desarrolló ante un salón de usos múltiples completamente lleno, casi en su totalidad con alumnos y profesores del BTA.

El concierto comenzó con Aire, de José Mercé, con arreglos para piano del mismo intérprete, a la que siguieron Blue y Tráfico, del concierto Alcantarillas, compuesto por Jorge Martínez. Greensleeves, una canción del folclor inglés, con arreglos para piano y melódica, fue la última pieza que Jorge interpretó en solitario, para dar paso a Posesión, en la que el pianista estuvo acompañado por la bailarina clásica Diana Laura García. La última interpretación fue Go forward, de Jorge Martínez y Papy Mutuwa Zafaniya, con Laura Meillón en la voz.

El concierto, breve e intenso, fue premiado con los aplausos de los asistentes y con un presente y una constancia de participación por los organizadores de la semana cultural.

lunes, 30 de octubre de 2023

Un conversatorio sobre historia musical de Autlán con el profesor Jaime Gabino Gómez

De izq. a der.: Yazmín Sánchez, Jesús Medina y Jaime Gómez.

 La mañana del miércoles 25 de octubre, en el auditorio del Bachillerato Tecnológico de Autlán (BTA) y como parte de la XVII Semana Cultural de esa institución, se llevó a cabo un conversatorio con el músico autlense Jaime Gabino Gómez, con el maestro Jesús Medina García como moderador y la participación de la directora del BTA, maestra Rosaura Yazmín Sánchez Jiménez. El conversatorio comenzó a las 9:45 horas y tuvo una asistencia de alrededor de 70 personas, la mayoría alumnos del BTA.

La conversación fluyó alrededor de la historia del maestro Gabino, miembro de una dinastía musical que se remonta un par de generaciones atrás. Contó cómo su abuelo, don Salvador Gómez, ingresó en 1908 a la banda municipal tocando el saxor, mismo instrumento que años después tocaría en esa misma banda el futuro pintor Atanasio Monroy; don Salvador fue compañero de Clemente Amaya, ambos dirigidos por don Feliciano García. En esta época, contó el maestro Gabino, los músicos salían a tocar a las fiestas de los pueblos de la región, a pie o en bestias, acompañados de mujeres que les preparaban la comida y, en no pocas ocasiones, armados para protegerse de los asaltantes o de los clientes que se negaran a pagar por sus servicios.

El padre del maestro Gabino, profesor Jaime Gómez Vázquez, también fue músico en la Banda Autlán, bajo la dirección del profesor Jesús Martínez Guzmán, para tomar la dirección de la banda en la década de 1950. El maestro Gabino ingresó en su infancia a esta misma banda, donde fue dirigido por su padre y cuya dirección tomó a la muerte de éste, en 1995. Pero por la carrera profesional de Jaime Gabino Gómez han pasado también otros momentos, ajenos a la banda: el grupo Los Yokis, primer grupo musical autlense en grabar un LP, con la empresa Sonodisco, la dirección de orquestas en el escenario del Teatro Degollado, la enseñanza de la música en la Escuela de Artes Municipal y las tardes de toros en la plaza Alberto Balderas, reproduciendo y celebrando parte de la identidad autlense.

En la plática no faltaron consejos para los jóvenes que escuchaban: la perseverancia, el trabajo diario y el tesón como elementos indispensables para desarrollar el talento nato, fue el principal de ellos.

Presentó Roxana Flores su libro Lectura Quimérica


 En el salón de usos múltiples del Museo Regional, el pasado martes 24 de octubre la novel escritora María Roxana Flores Corona presentó su libro Lectura Quimérica, una recopilación de cuentos de terror publicada en este 2023 por Taller Editorial El Tintero. La presentación comenzó a las 19:50 horas, con la asistencia de unas 25 personas.

Los comentarios sobre la obra corrieron a cargo de Jorge Isaac Martínez Corona, quien como pianista y guitarrista ha ofrecido conciertos en este mismo recinto anteriormente. Él leyó un texto sobre la dualidad entre los “normales” y los “otros”, los anormales, los paranormales, los que no brillan en la normalidad, seres y cosas que viven en la otredad, arrumbados en los rincones oscuros. En este sentido, en Lectura Quimérica Roxana comparte historias que reivindican las almas que transitan en la oscuridad. Jorge también recordó la infancia de la autora, quien es su prima, cuando ella jugaba con las palabras, alargando los adjetivos; dijo que ella sabe que la oscuridad trae seres elegantes y que hace a un lado su imagen de niña grande para narrar historias de seres de esos seres de la oscuridad.

La autora, en su turno, explicó que escribe desde que estudiaba la licenciatura en Letras Hispánicas en la Universidad, aunque originalmente no tenía la intención de publicar un libro. Antes de decidir publicar Lectura Quimérica participó en talleres y dio sus cuentos a leer a personas que los pudieran corregir, como su editora Nadia Arce. Sobre su proceso de escritura, dijo que a veces la asaltan ideas que debe anotar inmediatamente para no perderlas, en cualquier papel que tenga a la mano. Para terminar su intervención, Roxana leyó un fragmento del cuento Ecos del pasado.

Al terminar la presentación la autora firmó algunos ejemplares que se pusieron a la venta y los asistentes pudimos convivir un rato en los pasillos del Museo.

Entre grabado, sones y chibuku: una plática con Cornelio García en la biblioteca Antonio Alatorre


El martes 24 de octubre por la tarde, dentro de las actividades de la XXIX Semana Cultural Universitaria se realizó en la sala de ex rectores de la biblioteca Antonio Alatorre del CUCSur un conversatorio con el grabador, músico y comunicador Cornelio García Ramírez. La sesión comenzó a las 17:10 horas ante una sala completamente llena, en su mayor parte con alumnos y trabajadores del CUCSur.

La plática tenía como tema principal una exposición sobre la carrera profesional de don Cornelio en el ámbito del grabado, aunque a lo largo de la conversación se fueron abordando otros asuntos. Entre los hilos con que se fue tejiendo la plática mencionaremos la narración de cómo don Cornelio se comenzó a interesar por las artes plásticas, mediante la observación de elementos cotidianos de San Buenaventura en los años de su infancia: los dibujos bucólicos pintados en las tazas de peltre que se usaban en su casa y el dibujo de una palmera verde en un pizarrón negro que hizo una de sus maestras de la primaria, en los que comenzó a tomar conciencia de las proporciones y el juego de colores. También conocimos detalles sobre su carrera en el grabado y, en general, en las artes plásticas: en 1961 recibió su primer pago por esta actividad, que sumó 45 dólares y unos pinceles en un concurso estudiantil de cartel que acabó por determinar su futuro profesional; en 1963 empezó a estudiar en la Academia de San Carlos, luego de una decisión difícil en la que descartó otra profesión que le interesaba, la actuación.

En la proyección pudimos ver imágenes de su archivo que ilustraban su trabajo como grabador, como fotografías de sus talleres y de algunos de sus colegas, invitaciones a exposiciones individuales y colectivas, la Academia de San Carlos… pero no solo sobre esto giró la plática, sino que también se abordaron las muchas vivencias de Cornelio García alrededor del mundo: los años que vivió en Zambia dando clases de guitarra, donde aprendió las costumbres y la gastronomía de ese país, incluyendo el chibuku, una bebida parecida al tejuino; sus viajes mochileros por Europa, la grabación de la película De tripas corazón, donde compartió créditos con un Gael García de 14 años, los cambios que ocurren en los pueblos en pocos años, que los vuelven casi irreconocibles para los hijos ausentes y algunas consideraciones sobre el arte y sus fuentes, la evolución de los museos y su infancia en el campo entre Tenamaxtlán y Tecolotlán.

Para terminar la plática don Cornelio cantó, acompañado por su quinta de golpe, el son Plan de la Villa, uno de los favoritos del público de la región que todavía escucha sones. El músico grabador se despidió con esto y con la propuesta de regresar para dar un concierto didáctico con su mariachi tradicional.

jueves, 26 de octubre de 2023

Presentó Inés Vachez el libro Arquitectura de remesas en el CUCSur


 El lunes 23 de octubre, dentro de las actividades de la XXIX Semana Cultural Universitaria, la arquitecta tapatía Inés Vachez Palomar presentó en la sala de ex rectores de la biblioteca Antonio Alatorre del CUCSur su libro Arquitectura de remesas. La presentación comenzó a las 17:20 horas, con una sala llena, en su mayoría por estudiantes del centro universitario.

La autora comenzó su exposición con una reflexión sobre la arquitectura, como una expresión de lo que somos o de lo que queremos ser. Su libro es el resultado de un trabajo de investigación realizado en la población de Vista Hermosa, municipio de Tamazula de Gordiano, que se ha transformado de forma acelerada desde la década de 1950 y que se desarrolló a partir de la ex hacienda El Cortijo, que sufrió una explosión demográfica desde principios del siglo XX, con la tecnificación de la producción de azúcar que ahí se realizaba. La bonanza terminó con el reparto de tierras, apareciendo con esto el fenómeno de la migración masiva al norte, que trajo una contracción de su población hasta en dos tercios de la que tenía en sus buenos tiempos, aunque, paradójicamente, la superficie del pueblo creció.

Los norteños, es decir, los habitantes del pueblo que habían emigrado al norte, se vuelven proveedores del pueblo, financiando infraestructura pública pero también la construcción de sus propias casas. En esta actividad, la autora encuentra fenómenos como el mimetismo, consistente en tratar de parecerse a una figura de prosperidad o autoridad, copiando elementos de edificios públicos de los Estados Unidos o de la ex hacienda en las nuevas construcciones. De este mimetismo y de la mezcla de elementos tradicionales, como pilas o espacios para sentarse por las tardes afuera de la casa, con otros traídos del norte, como los clósets grandes o las cocinas integrales.

En opinión de Inés Vachez, no solo debería documentarse lo que las instituciones consideran valioso o digno de conservarse, sino también deben estudiarse las corrientes nuevas, como es el caso de lo que ella llama arquitectura de remesas.

El libro Arquitectura de remesas está disponible en la librería Carlos Fuentes.

La creación del mundo según los wirraritari en la XXIX Semana Cultural Universitaria


 Para comenzar las actividades de la XXIX Semana Cultural Universitaria del Centro Universitario de la Costa Sur, el lunes 23 de octubre por la mañana fue inaugurada en el vestíbulo del centro cultural José Atanasio Monroy la exposición La creación del mundo, de los artistas wirraritari José Benítez Ramírez y Fidencio Benítez Rivera.

Esta exposición está integrada por 21 retablos en gran formato, realizados mediante una técnica consistente en aplicar hilo cristal de distintos colores sobre una placa de cera, formando las figuras que el artista utiliza para enviar su mensaje. La colocación de este hilo no es, como podríamos imaginar, mediante tejido o cosido, sino aplicado con la uña directamente sobre la cera. Los retablos están montados en las paredes del vestíbulo y en las mamparas del centro de éste y conforman una secuencia narrativa, aunque no están colocados en un orden de principio a fin, sino que el espectador tiene que comenzar en un sitio y regresar o trasladarse a otros puntos de la exposición para seguir la historia.



La creación del mundo cuenta los mitos de la creación del mundo, de la Humanidad y del sol según la mitología wirrárika, de manera gráfica mediante la observación de los retablos pero también con el apoyo de las fichas técnicas de cada pieza, que contienen fragmentos de la tradición oral de esta etnia del norte de Jalisco.

Esta exposición fue iniciada por José Benítez, quien solamente alcanzó a terminar nueve retablos, el resto los realizó su hijo Fidencio Benítez en 2023. Don José realizó también la obra La semilla del mundo, que se encuentra expuesta en la estación Juárez del tren ligero de Guadalajara. La creación del mundo comenzó una gira de exposiciones en el Centro Universitario de Ciencias de la Salud el 1 de septiembre pasado, saliendo así por primera vez del Centro Universitario del Norte, que es su sede. Antes de llegar a Autlán estuvo en el museo Casa Agustín Rivera, de Lagos de Moreno, como parte del Festival Cultural Otoño en Lagos.

La creación del mundo estará disponible en Autlán durante algunas semanas.



miércoles, 25 de octubre de 2023

Palabras, trazos, formas y luces. Una mañana de domingo en el jardín de El Grullo


 La mañana del domingo 22 de octubre estuvimos en el jardín Ramón Corona de El Grullo para participar en las actividades literarias de la Intervención Multidisciplinaria de las Artes, unas jornadas artísticas que ahí se llevaron a cabo desde el viernes anterior. Las presentaciones de libros y lectura de textos tuvieron lugar alrededor del kiosco y comenzaron a las 10:00 horas.

A lo largo de cuatro horas, escritores y cronistas de El Grullo y Autlán, aunque también de otros lugares, presentaron novedades de su obra en un ambiente muy propicio: estaba a nuestra disposición la benigna sombra de los árboles y palmeras del jardín, el ambiente de alegría de un domingo otoñal y la exhibición y venta de libros y de la obra de artistas plásticos, además de la música que salía de un reproductor de discos de vinilo que un espontáneo llevó para amenizar el momento: circularon por nuestros oídos las notas sincopadas del jazz, ritmos tropicales, rock y otros géneros. Para el calor semi costeño, que no respeta la llegada del otoño, había manera de conseguir cerveza de raíz o tejuino, bebidas grullenses por excelencia, sin alejarse demasiado del rejuego literario.



El programa comenzó con la presentación del libro Misa de Alba, de Engel Islas, una recopilación de 15 cuentos ilustrados por Marisol de la Torre y prologados por Ángeles Rodríguez Castillo. Según explicó el autor, originario de Yahualica pero avecindado en Guadalajara, sus cuentos ocurren en un pueblo imaginario y recogen elementos de la tradición oral que comparten muchos pueblos jaliscienses.

A esta presentación siguieron un par de intervenciones de Néstor Santos, el coordinador de la sección literaria de la Intervención. En la primera leyó un texto sobre los antecedentes, nacimiento y organización del primer Collage cultural de El Grullo, en el año 1998, una reacción de la juventud grullense ante la falta de espacios para la expresión artística contracultural; en la segunda se transformó en Tithor Cuentacuentero para narrar tres cuentos sobre comida.

Solo se puede jugar.


A lo largo de la mañana se presentaron también los libros Solo se puede jugar, de Néstor Daniel Santos Figueroa e ilustrado por Michel Enrique Pérez Robles, una historia para niños de 1 a 98 años que muestra el punto de vista de lo que debería ser una jornada cotidiana desde el punto de vista infantil; Amarme, aceptar y soltar, de Julio César Ramos, sobre la superación de heridas y malos momentos en la vida de una persona, y Lectura quimérica, de María Roxana Flores Corona, catorce cuentos de terror cuya autora dijo esperar que dejen una marca en el lector, ya sea que le gusten, le perturben o le asusten.

Aparte de las presentaciones de libros, hubo quien se apuntó para leer textos que no han sido publicados. Del Club de Lectura Trashumante, de Autlán, Guillermo Tovar leyó El último viaje de Marcos de Monroy y Miriam Vaca La herencia de Ana de Contreras, dos textos que resultaron del taller de lectura del libro El brujo de Autlán, de Antonio Alatorre, realizado entre mayo y junio de 2023. La joven autlense Joceline Ileana Flores Vargas leyó su cuento Vacío, que trajo recuerdos de los noviazgos en los que los padres no aceptan al futuro yerno.

Una parte de la jornada se dedicó a leer crónica. Tres participantes del Club de Lectura con Sabor Autlense, que se desarrolló en la Casa Universitaria Antonio Alatorre, del Centro Universitario de la Costa Sur, leyeron crónicas que escribieron sobre el tema general de “Lo que más me gusta de vivir en Autlán y El Grullo”. Estos textos son los primeros que estos cronistas escriben y fue la primera vez que los dieron a conocer a un público: Claudia Liliana Vargas Casillas leyó Lo que más me gusta de vivir en Autlán, un recuerdo de la vida en este lugar en la década de 1980, mencionando personas, costumbres y ambientes que ya no existen; Martha Patricia Pérez Robles compartió Te vas a hacer globera, una historia de su adaptación a la vida en El Grullo a partir de su matrimonio con un grullense (la autora es de Autlán) y una celebración de las diferencias entre los dos pueblos, y Rubén Figueroa Zepeda recordó las calles y paisajes de los años 1960 en El Grullo a través de pasajes de la vida de su abuelo y su trabajo como productor de alfalfa en su texto El nino Félix y la alfalfa. Tres nuevas y ágiles plumas que debutan en el apasionante oficio de la crónica.

El punto final de este programa literario lo puso el poeta autlense Luis Rangel García, quien leyó sus textos Alas de caña y grana, Llama y Un andar cualquiera, que forman parte de su primer poemario, ya en vías de ser publicado. Luis también estuvo en el jardín desde temprano para dar un taller de poesía.



En el jardín, a lo largo de toda la jornada, estuvieron exponiendo las librerías Mundo del Niño y Carlos Fuentes Autlán, también hubo una mesa para exhibir y vender libros de autores locales: ahí vimos las obras presentadas esa mañana pero también de Salvador y de Jesús Negrete Naranjo y de otros autores. Jóvenes artistas plásticos, entre ellos los de los colectivos La Caverna y Oxiuss, estuvieron exponiendo, creando y vendiendo su obra, en forma de cuadros, separadores de libros o calcomanías, no faltó un puesto en el que se ofrecían en intercambio discos de vinilo, plantas, revistas y otros artículos.

Afuera de la antigua presidencia se instalaron unos toldos en los que pintores, dibujantes y modelistas realizaron una exposición de su obra, de gran diversidad. Ahí vimos a los autlenses ACE y Armida Maldonado, a Alexis Landín, una intervención sobre una guitarra de Nora Pérez, entre otros.



Colaboración, amistad e intercambio contra la rivalidad. 

martes, 24 de octubre de 2023

En sesión solemne de Ayuntamiento reconocieron al fundador y al presidente de la Compañía Minera Autlán

El presidente municipal de Autlán con los representantes de la compañía y de don Enrique Madero y ex trabajadores de la mina.

 El sábado 21 de octubre el Ayuntamiento de Autlán celebró una sesión solemne en el patio de la Presidencia Municipal, en la que el presidente Gustavo Salvador Robles Martínez entregó reconocimientos al fundador de la Compañía Minera Autlán, ingeniero Enrique Madero Bracho, y al licenciado José Antonio Rivero Larrea, actual presidente de su consejo de administración. La sesión comenzó a las 13:10 horas, con la asistencia de unas 150 personas, entre ex mineros y sus familias, trabajadores del municipio y público en general. Entre los asistentes estuvieron Margarita Madero Garza, hija del ingeniero Madero, y Pedro Rivero González, CEO de la empresa Autlán.

Luego del protocolo de apertura y de los puntos iniciales del orden del día, Pedro Rivero dio un mensaje de agradecimiento a nombre de la empresa, en el que afirmó que en el municipio de Autlán nació la minería mexicana, debido a que aquí comenzó sus operaciones la Compañía Minera Autlán, la primera dirigida y operada por personal mexicano. Actualmente, dijo, la empresa tiene alrededor de dos mil empleados y actividades en México y España, exportando sus productos a 30 países. La planta de España fue el motivo para que contara una anécdota: mientras le buscaban un nombre luego de haberla adquirido, un trabajador de esa planta les sugirió que le dejaran el nombre de Autlán, que en euskera significa “trabajo”. Para terminar, Rivero dijo que actualmente se hacen trabajos de investigación para determinar la viabilidad de que reinicien las actividades en la mina de San Francisco, aunque en la actualidad no es costeable.

La señora Margarita Madero dio otro mensaje de agradecimiento, a nombre de su padre. Este mensaje consistió en la lectura de una carta dictada por el mismo Enrique Madero, en el que recuerda cuando fue a conocer la carretera a Manzanillo, el camino por el que debía salir el mineral para exportación. En palabras del ingeniero Madero, la empresa conformó una gran familia.

El último mensaje fue del presidente municipal, quien recordó el tabulador de las acciones de la Bolsa Mexicana de Valores que veía publicado en el periódico El Occidental durante su infancia y en el que le llamaba la atención ver impreso el nombre de Autlán. Su padre le explicó en esos años que se trataba de una empresa que había sido constituida aquí décadas atrás y que había sido un impulso para el crecimiento de la región. Autlán, dijo, es una ciudad llamada a ser referente y ejemplo para la región, pero es necesario que todos trabajemos en equipo para restablecer la limpieza y el orden luego de las afectaciones que hemos sufrido en días recientes.

Margarita Madero y Pedro Rivero recibieron de manos del presidente los reconocimientos dirigidos a los señores Enrique Madero Bracho y José Antonio Rivero Larrea, respectivamente, el primero por haber fundado la Compañía Minera Autlán en 1953 y el segundo por haber mantenido el nombre de nuestra población en la empresa y, con esto, permitir que sea conocido en todo el mundo.

Al terminar la sesión se ofreció a los visitantes una comida en el Museo y Centro Regional de las Artes, terminando con esto las actividades de conmemoración del aniversario 70 de la Compañía Minera Autlán.

Panel de experiencias entre ex mineros en la Casa Universitaria

De izq. a der.: Guillermo Tovar, Andrés Salmerón, Ricardo Esparza y Guadalupe Romero.

 Dentro de las actividades conmemorativas del 70 aniversario de la Compañía Minera Autlán, la mañana de este sábado 21 de octubre se celebró en la Casa Universitaria un panel entre ex trabajadores de la mina de San Francisco, con el objetivo de conocer su punto de vista sobre la empresa, su desarrollo y la vida en Autlán en los tiempos en que estuvo trabajando aquí. El panel comenzó a las 10:50 horas, con una asistencia de alrededor de 30 personas.

Los panelistas fueron el señor Andrés Salmerón Sánchez, quien fuera obrero durante aproximadamente diez años; el ingeniero Ricardo Esparza Contreras, uno de los responsables de la carga de mineral en el puerto de Manzanillo y de la seguridad industrial, y el señor José Guadalupe Romero Ponce, encargado de pagar la nómina. Todos ellos trabajaron en las instalaciones del cerro de San Francisco y conocieron bien la forma de trabajo y de vida de los mineros en Autlán.

El panel fue moderado por el cronista de Autlán, Guillermo Tovar Vázquez, y estuvo dividido en tres rondas, en cada una de las cuales los panelistas respondían alguna pregunta sobre el tema de esa ronda, desde el punto de vista del departamento de la empresa en el que trabajaron. La primera fue sobre la rutina de trabajo de un trabajador de la mina de San Francisco, la segunda sobre la vida en Autlán en los años de la mina y la tercera sobre los aportes de la Compañía Minera Autlán al desarrollo de la región.

En la primera ronda, don Andrés recordó la peligrosidad del trabajo en el tiro de la mina y cómo la extracción se dividía en distintas etapas dentro del tiro, como frentes, cortes o “chiflones”, para llevar el mineral hacia el exterior con el uso escrepas que lo colocaban en un cañón, de donde era arrastrado a unas tolvas y de donde, a su vez, caía a unos carritos para llevarlo a la superficie. El trabajo bajo tierra era pesado y se perdía la noción del tiempo porque no se sabía la hora que estaba transcurriendo, puesto que no se podía portar reloj. No faltó, desde luego, el buen recuerdo de sus compañeros y directivos: “todavía sueño que trabajo en la mina”, afirmó.

El ingeniero Esparza recordó su llegada al pueblo para trabajar en la mina, luego de rechazar un contrato con la American Steel para ligarse a la Compañía Minera Autlán, una empresa nueva dirigida por inversionistas e ingenieros mexicanos. Su primera impresión de Autlán fue triste, recordó, puesto que el pueblo estaba oscuro; su primer hospedaje fue precisamente en la Pensión Corona, que con el tiempo se convertiría en la Casa Universitaria. En su primer día de trabajo el ingeniero José Zozaya le recomendó que aprendiera el trabajo de los obreros, para que ellos a su vez lo respetaran: así, empezó a trabajar por las tardes, al terminar su turno, como obrero, perforista, ademador y haciendo otras tareas básicas, con lo que conoció todos los procesos de la mina. Sin embargo, su primer puesto fue de jefe de seguridad, con una experiencia previa de dos años en minas de Guanajuato, desde donde logró salvar vidas al entrenar a los obreros para prevenir accidentes y actuar cuando ocurría alguno.

Don Guadalupe Romero recordó los métodos de control de asistencia de los obreros, mediante tarjetas en las que se anotaba si el trabajador había asistido o no a trabajar, así como el puesto que había desempeñado, para obtener la cantidad que se le debía pagar a cada uno. Cuando se tenía el total de la nómina, con sueldos y otros conceptos y descontando retenciones o descuentos, se mandaba pedir la cantidad al banco para, enseguida, llenar los sobres de todos los trabajadores hasta llegar al último sobre, llamado “el sobre de la verdad”: si en éste había alguna diferencia había que revisar el resto de los sobres (se llenaban cientos en cada semana) para saber dónde había quedado la diferencia. Al final del mes se calculaba, además, lo que cada trabajador debía pagar por concepto de Impuesto Sobre la Renta. Todo esto sin programas de cómputo, todos los cálculos debían hacerse de forma manual.

En la segunda ronda, don Andrés Salmerón recordó la celebración del Día del Minero, 11 de julio, con bailes, comida, torneos deportivos y otras actividades. El ingeniero Esparza recordó que los trabajadores de la mina que llegaron de fuera se integraron bien a la comunidad autlense, muchos de ellos encontraron aquí a quienes serían sus parejas y formaron familias: él mismo se casó con una autlense, recordándola dijo que la mejor decisión que pudo tomar fue venir a Autlán. En opinión del señor Romero, todos los sábados muchos de los mineros llegaban a beber cerveza en una tienda de abarrotes ubicada en el cruce de las calles de Clemente Amaya e Hidalgo, donde hoy funciona una paletería. Durante el Carnaval la empresa no suspendía actividades, si algún minero faltaba a su trabajo por salir a festejar, se le descontaba el día. Sin embargo, sí participaban de las fiestas carnavalescas en sus días de descanso.

Para la última ronda, don Andrés recordó algunos cambios en la fisonomía de Autlán en los años de la mina: la mejora en el alumbrado público, que permitió que el día de los autlenses se hiciera más largo y se pudieran hacer actividades fuera de casa durante más horas; el aumento en el dinero circulante en el pueblo gracias a los sueldos de los trabajadores, que consumían una mayor variedad de productos, todo eso lo resumió como que los autlenses gozaron de la prosperidad del pueblo. el ingeniero Esparza recordó la preparatoria de Autlán, que abrió en 1959 y en cuya plantilla docente participaron varios de los profesionistas que trabajaban en la mina: enseñaron matemáticas, física, química, biología y otras materias, aportando de esta forma al desarrollo intelectual de la región. Por su parte don Lupe Romero habló de cómo los trabajadores de la Compañía Minera Autlán tenían todas las prestaciones de ley, como el pago de los siete días de la semana, con uno de descanso; el pago de aguinaldo, vacaciones y liquidación, mismas que los patrones locales no otorgaban antes. Pero la empresa también ofrecía servicios como los de la clínica San Francisco o del hospital de Las Montañas, donde tenía rentadas dos habitaciones para casos especiales, a los que no estaba obligada por la ley. Esto también lo consideró un aporte al desarrollo del pueblo. El ingeniero Esparza abundó en este tema recordando cómo la empresa combatió la incidencia de la enfermedad conocida como manganesismo, una afectación al sistema nervioso central debida a la inhalación o ingesta de polvo de manganeso: contrató al médico cubano Peñalver Ballina para analizar la presencia de este mineral en el cuerpo de los trabajadores, para retirarlos de la actividad en el tiro si fuera necesario y para atender los casos avanzados que se heredaron de los anteriores dueños de la mina. Aquí se hizo investigación, prevención y tratamiento de esta enfermedad.

Al terminar las tres rondas hubo una sesión de comentarios, en las que otros ex mineros que se encontraban presentes compartieron algunos recuerdos de su vida laboral en la mina de Autlán y de la vida aquí en esos años, como el agotamiento de la veta de manganeso en San Francisco y la mudanza a Molango, la prevención del manganesismo.
En este enlace se puede ver el video completo del panel.

lunes, 23 de octubre de 2023

Se ejecutó la resolución presidencial que dota de tierras al ejido de Chiquihuitlán

De izq. a der.: Pablo Gutiérrez, Juan Pablo Cota, Alfredo Guzmán y Arturo Díaz.

 En rueda de prensa celebrada el sábado 21 de octubre en el restaurante San Marcos, en Autlán, el abogado Juan Pablo Cota González informó que el pasado martes 3 de octubre la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (SEDATU) entregó la carpeta básica que garantiza la propiedad de 771 hectáreas al ejido de Chiquihuitlán, cuya resolución presidencial data del año 1959. La entrega de la carpeta se realizó en la sala David Cervantes Peredo de la SEDATU y, en la misma ceremonia, se entregaron carpetas básicas a ejidos de los Estados de Guerrero, Veracruz, Puebla, Sonora e Hidalgo, todos con más de 60 años de haber sido dotados por el gobierno federal.

El abogado Cota explicó a los medios el proceso de dotación de tierras, que comenzaba con una solicitud que, previa visita de un comisionado para verificar la existencia de ejido, mesa directiva y terrenos, era respondida con una resolución presidencial que dotaba a ese ejido de una superficie de tierra. La resolución debía ser publicada en el Diario Oficial de la Federación y registrada en el Registro Agrario Nacional, para que la dotación se formalizara y el ejido naciera a la vida jurídica. Estos últimos pasos eran los que no se habían realizado en el caso del ejido de Chiquihuitlán.

El ejido de Chiquihuitlán, según explicó el abogado, sufrió este retraso en la ejecución de su dotación de tierras debido a las taras propias del sistema jurídico mexicano: falta de personal, de recursos financieros y materiales y falta de voluntad política. Para colmo, en el año 2007 un comisionado emitió una resolución de inafectabilidad, porque en una supuesta visita que realizó determinó que no había ejido ni mesa directiva. Esta resolución fue combatida jurídicamente para conseguir, 16 años después, la plena certeza jurídica del ejido sobre sus tierras, con lo que nace un nuevo ente económico en nuestra región.

El ejido de Chiquihuitlán está constituido por cuatro polígonos, que fueron medidos y demarcados en el pasado mes de septiembre, dentro del territorio del municipio de Villa Purificación, colindante con la comunidad indígena de Chiquihuitlán y Agua Salada y con el ejido de La Estancia de Amborín. Su núcleo de población es el poblado de Chiquihuitlán, en el municipio de Autlán, compartido con la comunidad indígena

En la rueda de prensa estuvieron presentes el presidente y el tesorero del ejido de Chiquihuitlán, señores Pablo Gutiérrez Jiménez y Arturo Díaz Pelayo, respectivamente; el presidente del ejido de La Estancia de Amborín, J. Alfredo Guzmán Pelayo, y el presidente de la comunidad indígena de Chiquihuitlán y Agua Salada, César Medina Casillas.

Fue inaugurada la exposición Historia de una mina en el Museo Regional


 Dentro de las actividades conmemorativas del 70 aniversario de la Compañía Minera Autlán se incluyó una exposición de fotografías y otros materiales de la historia de esa empresa, misma que fue inaugurada el viernes 20 de octubre por la noche. En la ceremonia de inauguración, que comenzó a las 19:40 horas, estuvieron presentes unas 60 personas.

El señor Javier Mardueño Soltero, ex trabajador de la compañía y promotor de la realización de estos actos conmemorativos, dio un mensaje a nombre del comité organizador, en el que mencionó que la exposición tiene el objetivo de que las nuevas generaciones conozcan lo que fue la mina en Autlán y los beneficios que trajo a la región. La señora Margarita Madero Garza, hija del fundador de la empresa, Enrique Madero Bracho, dio también un mensaje en el que aseguró que su padre recuerda a cada uno de sus colaboradores y que la empresa se consideraba como una gran familia.



La exposición, montada sobre mamparas colocadas dentro del salón de usos múltiples del Museo y Centro Regional de las Artes, donde conviven con la muestra Apariciones, del pintor Jorge Ponce, se compone de 44 piezas, entre fotografías, reproducciones de unas acuarelas con paisajes de las instalaciones de la empresa publicadas en un calendario en la década de 1970 y extractos de artículos y documentos publicados en diversos números de la revista Informina, el órgano informativo que la compañía tuvo durante muchos años. En estas imágenes podemos ver lo mismo la maquinaria y equipos de la empresa que los conjuntos deportivos de futbol y beisbol que la representaron mientras estuvo en Autlán, pasando por planos de la colonia de Mezquitán y del municipio y vistas de algunas de sus instalaciones no relacionadas directamente con la producción, como la clínica San Francisco y la colonia Guadalupe.



La inauguración sirvió también como un punto de encuentro entre ex mineros en el que, teniendo a las imágenes como catalizador, se reprodujeron dentro de sus mentes escenas, vivencias y anécdotas de sus tiempos. Esto último es, en nuestra opinión, el principal aporte de estas actividades de conmemoración.



Con una conferencia comenzó la conmemoración del aniversario 70 de la Compañía Minera Autlán


 La tarde del viernes 20 de octubre en el Aula Magna del Centro Cultural José Atanasio Monroy del Centro Universitario de la Costa Sur fueron inauguradas las actividades conmemorativas del aniversario 70 de la constitución de la Compañía Minera Autlán, fundada el 23 de octubre de 1953 para explotar los yacimientos de manganeso del cerro de San Francisco. Con la presencia de unas 100 personas, fue a las 17:19 horas cuando Fray Pedro Gómez Rodríguez, representante del presidente municipal de Autlán, Gustavo Salvador Robles Martínez, dio por inaugurada la conmemoración. Entre los asistentes hubo varios ex trabajadores de la empresa y sus familias y, representando al fundador de la compañía, Enrique Madero Bracho, su hija Margarita Madero Garza.

La conferencia estuvo a cargo del ingeniero Rodolfo Avendaño Martínez, quien trabajó para esa empresa durante casi 50 años en diversas sedes, y se tituló Reseña histórica de la Compañía Minera Autlán. Su autor la dividió en ocho segmentos, en los que abordó otros tantos momentos de la historia de la empresa y, sobre todo, explicó las unidades de negocio que la empresa tiene activas actualmente, lo que nos permitió conocer no solo el lapso en que la minera tuvo sus actividades en Autlán sino también el desarrollo que ha llegado a tener y el alcance que tienen sus operaciones a nivel global.

En la primera parte, titulada Sobre Minera Autlán, el ponente expuso datos históricos de la compañía, como su fecha de fundación y una cronología de sus momentos más relevantes: la mudanza al Estado de Hidalgo, la adquisición y apertura de nuevas plantas para desarrollar actividades que originalmente la empresa no hacía, como las ferroaleaciones y la generación de energía eléctrica, entre otros. También habló sobre las certificaciones que la compañía ha conseguido a lo largo de su historia y que mantiene vigentes, como la ESR con certificación de industria limpia, que ha tenido por 12 años consecutivos; descripciones de sus instalaciones en México y en España y su equipo laboral, al que calificó de unido y experimentado.

La segunda parte estuvo dedicada exclusivamente a la mina de San Francisco, es decir, la instalación primigenia de la empresa, ubicada en el municipio de Autlán. Aquí se habló, desde luego, del progreso físico de Autlán y la región debido a la empresa, como el mejoramiento de la carretera de Guadalajara a Cihuatlán, que sirvió para que el mineral fuera embarcado en Manzanillo con mayor facilidad, y los aportes de la empresa para la construcción de la preparatoria y el seminario y la derrama económica, a través de la generación de empleos formales. Esta sección incluyó una prolija descripción de la ubicación geográfica de las instalaciones mineras, distantes 7.8 kilómetros del centro de Autlán, a una altitud de 1,415 msnm, así como de los equipos con los que se trabajaba ahí en la década de 1950 y la evolución de los mismos para adaptarse a las necesidades del negocio. El ingeniero Avendaño explicó que la compañía todavía tiene posesión de esos terrenos, aunque el mineral que contiene es de baja ley y no es costeable su explotación, por el momento. Sin embargo, se están haciendo investigaciones para conocer la viabilidad de una futura actividad minera en este lugar.

Con la tercera sección de la conferencia comenzó la explicación de las unidades de negocio de la empresa. Primero se abordó la unidad que dio origen a la compañía, que es la extracción de manganeso: cuando las reservas de San Francisco comenzaron a agotarse, la empresa cambió sus operaciones a Molango, uno de los diez distritos manganesíferos más grandes del mundo y el mayor de Norteamérica. Allá se construyó una unidad habitacional con 153 casas, escuelas primaria y secundaria y una clínica, para albergar a todos los trabajadores que se fueron de Autlán y a los que se contrató en aquella región; las actividades extractivas siguen allá a la fecha. El ponente también explicó el proceso de explotación que se sigue en Molango, donde hay una mayor cantidad de mineral aunque de menor ley que el que se extraía en Autlán, por lo que el proceso para extraerlo y refinarlo tuvo que modificarse, aplicando trituración, calcinación y nodulización, para luego enviar el manganeso a las plantas de ferroaleaciones, cuyo trabajo se explicó en el cuarto segmento.

El ingeniero Avendaño en su exposición.


En el segmento Autlán Ferroaleaciones, el ponente explicó el proceso de producción de ferroaleaciones, es decir, la aleación de manganeso con hierro para crear productos útiles para diversas industrias. Esta unidad de negocio comenzó en 1973, cuando la Compañía Minera Autlán adquiere a la empresa Teziutlán Ferroaleaciones, a la que anteriormente le vendía manganeso; actualmente cuenta con esa planta y dos más: Tamós, ubicada en el norte de Veracruz y que es el complejo industrial más grande de la empresa, con 5 hornos japoneses que comenzaron a operar en 1976, y la de Gómez Palacio, Durango, adquirida en 1993 a Fundidora Monterrey. El ingeniero Avendaño expuso datos de producción total por año en cada planta.

En el quinto segmento, que se llamó Autlán energía, se explicó cómo la empresa Autlán genera su propia energía eléctrica en la central de Atexcaco, que aprovecha la corriente de siete ríos para generar 240 Gw por año. Esta energía es limpia, es decir, no impacta al medio ambiente al no consumir combustibles fósiles ni modificar el curso de los ríos.

La unidad de negocio Metallorum fue el objeto del sexto segmento. Se trata de la producción de oro en una planta ubicada en Magdalena de Kino, Sonora, asociada con Minera Columbia, como una opción ante la posible caída del precio del manganeso y ferroaleaciones. Actualmente esta unidad se encuentra en proceso de exploración de nuevos yacimientos.

La séptima sección versó sobre EMD, es decir, bióxido de manganeso electrolítico, utilizado en la fabricación de baterías alcalinas. Autlán adquirió hace algunos años una planta de EMD en Oñati, País Vasco, que es la segunda productora de este insumo en Europa.

La última sección se tituló Compromiso con comunidades y estuvo dedicada a mencionar a detalle las certificaciones con que cuenta la empresa, en materia laboral, ambiental y de responsabilidad social.

Al término de la exposición comenzó una nutrida sección de preguntas y comentarios, con abundantes anécdotas por parte de ex trabajadores y sus descendientes. Escuchamos el testimonio de don Raúl Acosta, ex gambusino de la mina de San Francisco en tiempos de sus anteriores dueños, los hermanos Sánchez Romo; la historia de la Barranca del Músico, ubicada en las cercanías de la planta de Molango y llamada así luego de que ahí falleciera un integrante de un conjunto musical que se dirigía a la celebración del Día del Minero; recuerdos de los beneficios laborales que gozaron los trabajadores de la empresa y de cómo el trabajo en la mina determinó la historia de algunas familias que se asentaron definitivamente en Autlán.

Es decir, esa tarde en el Aula Magna no fue solo para escuchar una ponencia sino para revivir la historia personal de muchos mineros.
La conferencia del ingeniero Avendaño se puede ver en este enlace.

jueves, 19 de octubre de 2023

Autlán estuvo presente en el XIX Coloquio Internacional de Temas Jaliscienses Mario Gómez Mata, de Lagos de Moreno


 Entre el 13 y el 14 de octubre de 2023 se celebró en el aula magna Carlos Helguera Soiné de la Casa de la Cultura de Lagos de Moreno, de imponente arquitectura y constante y variada actividad, el XIX Coloquio Internacional de Temas Jaliscienses Mario Gómez Mata, organizado por el Archivo Histórico de Lagos de Moreno, en colaboración con El Colegio de Jalisco y el Centro Universitario de los Lagos, de la Universidad de Guadalajara. En el coloquio fueron presentadas 21 ponencias, divididas en 10 mesas de trabajo, sobre temas de antropología, literatura e historia. Uno de estos trabajos fue sobre el templo de la Purísima, en Autlán.

A las 9:47 horas del viernes 13 de octubre comenzó la ceremonia de inauguración del coloquio, ante unas 25 personas, presidida por José Socorro Ramírez García, director de Educación del gobierno de Lagos de Moreno; Camilo Patiño García, director de la división de Estudios de la Cultura Regional del Centro Universitario de los Lagos; Francisco Javier Velázquez González, investigador de El Colegio de Jalisco, y José Israel Gómez Alonzo, jefe del Archivo Histórico de Lagos de Moreno. Cada uno de ellos dio un breve mensaje, del que entresacamos las siguientes ideas: este coloquio es el único de su tipo en Jalisco que logra reunir a expertos de tantos temas distintos, lo que refuerza la posición de Lagos como la “Atenas de Jalisco”; es necesario que los estudiantes y el público en general se acerque a las humanidades, este coloquio puede servir para que la gente conozca y viva la historia. El director de Educación dio por inaugurados los trabajos del coloquio a las 9:55 horas.

Durante la inauguración. De izq. a der.: Israel Gómez, Francisco Velázquez, José Socorro Ramírez y Camilo Patiño.


Terminada la ceremonia, comenzaron inmediatamente las mesas de trabajo, en el siguiente orden:

Mesa 1, de antropología:

María Antonieta Lama Pérez, de la Universidad de Guadalajara, expuso el trabajo Los exvotos de San Juan de los Lagos: acercamientos y reflexiones en torno a las ofrendas votivas dedicadas a la San Juanita, con datos sobre la cantidad de ofrendas votivas que alberga el santuario de San Juan de los Lagos y su procedencia, así como información extraída de ellos que retrata la vida cotidiana de quienes los produjeron.

José León Torres, de la Secretaría de Educación Jalisco, expuso La pastorela del rancho Palo Caído. Una experiencia de rescate y de fortalecimiento comunitario a través del teatro popular, una experiencia de rescate de la identidad de esta comunidad del municipio de Jesús María, a través de la representación de coloquios o pastorelas que ya se habían abandonado. El ponente también dio datos sobre el origen de esos coloquios y cómo fue el proceso de rescate de ellos.

Mesa 2, de literatura:

Carla Yadira Ochoa Montaño, maestrante de la Universidad de Guanajuato, expuso el trabajo La poesía religiosa en México del siglo XX y Alfredo R. Placencia, en la que analizó los cambios en la poesía religiosa en el siglo XX, con respecto a las formas y temas del XIX: se comenzó a hablar menos de la divinidad y más de la experiencia religiosa, con una postura interrogativa de la vida. En este contexto, habló de la poesía de Placencia, quien se mantuvo alejado de los grupos literarios, y de su obra, a la cual se puede acercar el lector sin necesidad de tener sentimientos religiosos.

César Antonio Camacho Gómez, de El Colegio de Jalisco, presentó Mala yerba, de Mariano Azuela, y la crítica al porfirismo como antecedentes de la Novela de la Revolución, donde definió a esta novela como “un atisbo al mundo porfirista previo a la Revolución”. Explicó la presencia de intertextos en la novela, así como otras formas de relación de esta obra con la de otros autores, como José María Velasco o José Guadalupe Posada.

Carlos Axel Flores Valdovinos, del Colegio México Franciscano de Ciudad Guzmán, expuso La prosa oral de Juan José Arreola, en la que habló de la obra no escrita de este autor jalisciense y que quedó diseminada en conferencias, programas de televisión, conversaciones y otros medios, y del trabajo para recuperar toda su obra y publicarla. “A Arreola le entró la literatura por los oídos”, afirmó refiriéndose a que sus primeros contactos con las letras los tuvo oyendo recitar poemas y escuchando frases y conversaciones de otras personas.

Mesa 3, de Historia:

Thomas Killerkuss, de la Universidad Autónoma de Zacatecas, leyó un texto sobre el trabajo indígena en Cocula en el siglo XVI, con datos precisos de los salarios que se pagaban, el tiempo por el que se contrataban, los precios de los artículos y otros, que demuestran que era casi imposible sobrevivir en esas condiciones. Estos datos fueron encontrados en la relación de bienes de un comerciante coculense que murió en trayecto hacia otra población y fueron contrastados con información similar de otras regiones.

Carlos Gómez Mata, de la Universidad Autónoma de Zacatecas, presentó Las estrategias de los negros y afrodescendientes para escapar del estigma del color en el Lagos colonial 1750-1824, en el que habló de la abundancia de estas castas en Lagos y sus alrededores, en contraposición a la idea generalizada de que en los Altos hubo una mayoría de población europea. “Estamos en deuda con el negro africano y su descendencia”, afirmó, por su herencia biológica y su aporte al desarrollo de Lagos.

La mesa 4: de izq. a der.: Georgina Díaz y Guillermo Tovar.


Mesa 4, de Historia:

Georgina Díaz de León Delgadillo, del Consejo Nacional de Estudiosos del Camino Real de Tierra Adentro, expuso El fuerte de Ojuelos, emblema de la arquitectura fortificada del siglo XVI, donde explicó el origen y uso del fuerte, construido para proteger las conductas de plata de las minas de Zacatecas y Guanajuato, junto con una serie de fuertes a lo largo de todo el camino. Habló de la política de presidios o fuertes para ofrecer seguridad al camino ante los ataques de los indígenas, las funciones de un fuerte y algunos datos de la vida en ellos. Expuso también las condiciones en las que el fuerte se encontraba en 2015 y cómo fue el proceso para restaurarlo.

Guillermo Tovar Vázquez, cronista municipal de Autlán de Navarro, presentó el trabajo La capilla de la Purísima en Autlán. Un ejemplo del neogótico en la Costa de Jalisco, en el que habló de la abundancia de templos de este estilo arquitectónico en México a finales del siglo XIX y principios del XX, especialmente en el centro y el Occidente del país, a excepción de la Costa de Jalisco. También explicó el proceso de construcción de este templo autlense, desde la constitución de la congregación de Hijas de María en 1890, quienes solicitaron al obispo de Colima el permiso para su construcción en 1893, los altibajos en la obra, su inauguración en 1922 y los daños que sufrió en el terremoto de 1932, para mostrar al final la importancia que esta capilla ha tenido para la vida cotidiana de los autlenses.

Con esta mesa terminó el primer turno de la jornada del viernes, continuando por la tarde con las siguientes ponencias:

Mesa 5, de Historia:

Francisco Javier Velázquez Fernández, de El Colegio de Jalisco, expuso El culto a Nuestra Señora de la Expectación de Zapopan, siempre de la mano del devenir histórico del estado de Jalisco, que comenzó con una historia de la imagen de la virgen de Zapopan y cómo llegó a su sede definitiva luego de servir en el proceso de adoctrinamiento de los indígenas y en la Guerra del Mixtón. El ponente habló también de sus múltiples títulos y cómo y en qué momento le fueron impuestos, así como otros momentos de su historia, como el milagro del lago de Chapala en 1957, la visita de Juan Pablo II en 1979 y el patronazgo de la arquidiócesis en 1989. El fervor, sobre todo en barrios y asentamientos populares, y cómo se ha manifestado a lo largo del tiempo, fue otro de los temas abordados en esta ponencia.

Edgar Daniel Yáñez Jiménez, también de El Colegio de Jalisco, presentó Dos devocionarios para la Villa de Lagos. La devoción a Jesús con la cruz a cuestas en el siglo XVIII, donde analizó tres impresos localizados en la biblioteca Miguel Mathes, relacionados con Lagos: dos devocionarios y una novena, realizados los primeros por el sacerdote Salvador Verdín, que tuvieron gran éxito en su época, a juzgar por la cantidad de reimpresiones y debido a la sencillez de los ejercicios que en ellos se enseñan. Estas prácticas, dijo, fomentan la cultura de paz y aún podríamos aprender de lo que dicen estos devocionarios.

Mesa 6, de Historia:

Betania Rodríguez Pérez, de la Universidad de Guadalajara, presentó Ecos del movimiento insurgente en la jurisdicción de la Real Audiencia de Guadalajara: procesos sumarios contra rebeldes o por entregar o asesinar españoles, en el que mostró datos de nueve reos de homicidio con el agravante de ser insurgentes: edades, lugares de origen y residencia, penas y algunos otros datos de cada caso, incluyendo al de Luis Ureña, el asesino de don Rafael Ponce, en Autlán.

Evelin Mares Centeno, de El Colegio de Michoacán, expuso el trabajo El mineral de Comanja y el proceso de demarcación territorial entre los estados de Jalisco y Guanajuato 1824-1826, una relación histórica del conflicto de límites entre los nacientes estados con respecto a la sierra de Comanja, debido en parte a la multiplicidad de jurisdicciones a que estaba sujeta: la religiosa, la económica y la política.

El sábado 14 de octubre se vivió la última parte del coloquio, con las siguientes ponencias:

Mesa 7, Historia:

Claudia Patricia Rivas Jiménez, de la Universidad de Guadalajara, presentó Espacio urbano y patrones residenciales de los artesanos tapatíos durante el siglo XIX, un análisis de la ubicación de los domicilios de los artesanos en Guadalajara, a partir del censo de 1821 y posteriores. Muestra la concentración de los diferentes gremios de artesanos en cada sector: excepto los barberos, plateros, sastres y otros que daban servicio a las clases altas, la mayoría de los gremios se concentraban en los barrios populares.

Isaías Hernández Partida, de la Universidad de Guadalajara, presentó La loza de Guadalajara. Una alfarería complaciente al gusto de extranjeros y nacionales, en la que habló de la distribución de la loza bruñida de Tonalá, que se halla incluso en Europa, por la mercantilización a que la sometieron los comerciantes tapatíos. El ponente habló del valor de uso de estas piezas, como obsequios, objetos curiosos, entre otros; así como los tipos de gente que las consumía, como nobles, viajeros o estudiosos. Mencionó la forma de trabajo de los alfareros, con la casa taller como unidad de producción, y los riesgos a que está expuesta esta actividad debido a que los bancos de arcilla están siendo cubiertos por construcciones.

Mesa 8, de Historia:

Claudia Gamiño Estrada, de la Universidad de Guadalajara, presentó Hasta que la muerte nos separe. Matrimonio y justicia en Nueva Galicia, donde mostró ejemplos de la inferioridad de la mujer, por su supuesta naturaleza, en la legislación colonial, y un caso de violencia doméstica que resultó fatal para la esposa, con una pena relativamente suave para el uxoricida, ocurrido en Zapotlán del Rey en 1817.

Kenia Valeria Cornejo Márquez, de El Colegio de Jalisco, expuso La travesía científica de José María Arreola y Severo Díaz Galindo (1892-1906), en el que incluyó semblanzas de estos dos científicos del sur de Jalisco, su formación en el seminario de Zapotlán y su trabajo en los observatorios de esa ciudad, de Colima y de Guadalajara, su participación en sociedades científicas y algunos de los momentos importantes de su obra, como la observación y registro de la actividad del volcán de Colima.

Francisco Javier Sánchez Muñoz, cronista de San Miguel el Alto, presentó el trabajo José María Lozano. El gran tribuno parlamentario del México revolucionario, una semblanza biográfica y profesional de este abogado originario de San Miguel el Alto y sus principales trabajos: la instrucción, como ministerio público en la ciudad de México, de los casos del Tigre de Santa Julia y el del político guatemalteco Manuel Lisandro Barillas y la defensa de María Teresa de Landa, una de las primeras reinas de belleza en México, que había asesinado a su marido, el militar Moisés Vidal Corro, en el que sería el último juicio con jurado popular en nuestro país. El cronista propuso dar a conocer la vida y la obra de estos personajes, que deben ser orgullo para los habitantes de sus municipios de origen.

Mesa 9, Historia:

Cristina Alvizo Carranza, de El Colegio de Jalisco, presentó Espionaje femenino en el movimiento cristero: la generala María Luisa Larrosa de Uribe, alias Tesie Richaud, un esbozo de la historia de esta mujer que, con el grado de generala, encabezó las brigadas femeninas de Jalisco que suministraban parque, alimentos, dinero y otros bienes a los combatientes.

En esta misma mesa estaba anunciado el trabajo Entre balas y bosques. La Guerra Cristera en Tapalpa, de Arturo Mercado Padilla, quien no pudo asistir al coloquio.

Mesa 10, Historia:

José Israel Gómez Alonzo, del Archivo Histórico de Lagos de Moreno, expuso El reparto de tierras en Lagos a través del agrarismo, antecedentes y derivaciones, donde mostró el proceso de dotación de tierras ejidales en cada una de las ocho delegaciones municipales de Lagos, con la información de cada una de ellas: fechas de solicitud y resolución, dotación en hectáreas, ampliaciones, haciendas afectadas, entre otros.

Miguel Ángel Casillas Báez, de la Universidad Autónoma de San Luis Potosí, cerró el coloquio con su trabajo Relatos de la arriería colonial alteña: un pacto satánico y el quinto infierno, donde compartió relatos de casos de aprendizaje o maestría en oficios relacionados con el ganado que fueron obtenidos de forma sobrenatural, según documentos virreinales: el caso de un mulato que se convirtió en un gran jinete gracias a un pacto con el demonio, por ejemplo. En los testimonios de estos casos pudimos escuchar relatos que recuerdan a Marcos de Monroy: viajes a lugares lejanos en una sola noche, encuentros con el demonio en una cueva, blasfemias sobre imágenes religiosas…

Con el anuncio del coloquio número 20, a celebrarse en agosto de 2024 y en el que habrá algunas sorpresas, el director de Educación José Socorro Ramírez dio por clausurado el XIX Coloquio Internacional de Temas Jaliscienses Mario Gómez Mata a las 14:00 horas del sábado 14 de octubre. Como pudimos ver en esta apretadísima relación, este coloquio fue una verdadera celebración académica del bicentenario de Jalisco, en una de las ciudades más importantes del Estado. Quedó también la certeza de que, a pesar de las sombras que a veces se ciernen sobre los jaliscienses, nuestro empuje y vitalidad nos llevan a sobreponernos.