sábado, 1 de junio de 2024

Proyectos agroecológicos del sur de Jalisco en la sesión mensual del Capítulo Juvenil Costa Sur BSGEEJ


 La noche del viernes 31 de mayo sesionó a través de la plataforma Zoom el Capítulo Juvenil Costa Sur de la Benemérita Sociedad de Geografía y Estadística del Estado de Jalisco, con la periodista Mayra Elizabeth Vargas Espinoza como anfitriona. La sesión comenzó a las 20:05 horas y tuvo la asistencia de diez personas.

La anfitriona expuso en esta sesión el trabajo Las mujeres de Jalisco que están salvando la tierra, producto de una investigación realizada por ella dentro del proyecto #NoSomosVíctimas, en el que reporteó seis casos de mujeres de municipios de las regiones Sierra de Amula y Sur de Jalisco que encabezan proyectos de agroecología. Este reportaje se llevó a cabo, con financiamiento de la Embajada de Suiza en México, para Alianza de Medios, un grupo de medios de comunicación mexicanos del que forma parte el autlense Letra Fría. Con este trabajo se pretende mostrar otro rostro de las mujeres, el de la fuerza y valentía y la capacidad de liderar proyectos productivos viables y que ayudan a cuidar el medio ambiente.

En el trabajo que expuso Mayra en esta sesión contó las historias de seis de estos proyectos, ubicados en cinco municipios de las regiones ya mencionadas, que reman contra la corriente de la agroindustria en el contexto de la consideración de Jalisco como gigante agroalimentario y la existencia de alimentos contaminados con agroquímicos en los mercados de la región. Son los proyectos de Herlen Quintero, del rancho El Casco, en la agencia municipal de Las Paredes, en Autlán, quien produce con su familia hortalizas, huevo, pescado y otros productos para autoconsumo y venta de excedentes, a partir del objetivo de cuidar la propia salud; Karla y Julieta, que trabajan la parcela escolar de la telesecundaria de El Mentidero, también en Autlán, que se estableció a partir del caso del hallazgo de agroquímicos en el cuerpo de niños de esa comunidad en 2019 para producir alimentos limpios de estas sustancias; el huerto orgánico de Ayuquila, en El Grullo, creado en 2020, en plena pandemia, que también sirve como terapia ocupacional para sus integrantes; la producción de Jamaica orgánica de doña Lidia en El Limón, cuya producción se distribuye principalmente en la cooperativa de El Grullo y que es demandada incluso por clientes del extranjero; el huerto orgánico de Maricela Rosales en Los García, municipio de San Gabriel, que nació de su necesidad de una ocupación que la sacara de la depresión en que había caído mientras vivía en Guadalajara y que ahora produce frutas orgánicas y, por último, la forma en que Modesta Guerra revivió un terreno muerto por el abuso en la aplicación de agroquímicos en el municipio de Gómez Farías.

De cada caso conocimos las motivaciones, retos, objetivos y resultados, además de las historias que hay detrás de cada uno de ellos. Nos enseñan que hay alternativas a las formas de producción convencionales, que pueden ser exitosas y que dejen a sus promotores más que solo una ganancia económica.

No hay comentarios:

Publicar un comentario