domingo, 26 de mayo de 2024

Terminó la VII Semana Cultural Ernesto Medina Lima

Josefina Robles Cisneros.

 Con un par de conferencias sobre temas de salud, el sábado 25 de mayo concluyeron en el salón de usos múltiples del Museo Regional los trabajos de la VII Semana Cultural Ernesto Medina Lima, organizada por el Capítulo Costa Sur de la Benemérita Sociedad de Geografía y Estadística del Estado de Jalisco para conmemorar el aniversario luctuoso de su fundador. La jornada comenzó a las 19:05 horas, con la asistencia de 15 personas.

La primera conferencia de la noche estuvo a cargo de la doctora Josefina Robles Cisneros y llevó el título de La glucosa y su control, basada en el libro La revolución de la glucosa, de Jessie Inchauspé. Esta autora propone realizar cambios en el orden en que se consumen los alimentos a lo largo del día, así como algunas otras medidas sencillas, que permitirían suprimir los picos de glucosa que se experimentan cotidianamente, provocando malestares como antojos, debilidad y otros. La doctora Robles ejemplificó estos picos con gráficas lineales en las que se muestran los niveles de glucosa a lo largo de las 24 horas del día, que suben y bajan según el consumo de alimentos o el gasto de energía con las actividades cotidianas. Algunas de estas subidas son muy altas, cuando se consumen alimentos ricos en azúcares, pero se pueden hacer más planas si antes se comen ensaladas u otros alimentos recomendados por la autora del libro.

La expositora también explicó fundamentos básicos para entender estas recomendaciones, como qué es y cuáles son las funciones de la glucosa y cómo el cuerpo humano la produce a partir de algunos alimentos, los niveles recomendados de esta sustancia y cuáles pueden ser las consecuencias exceder esos niveles.

Nabor de Niz.


La segunda conferencia la presentó el doctor Nabor de Niz Domínguez, para 20 personas asistentes. Se tituló El mal del pinto en la Costa Sur de Jalisco y comenzó con una explicación de las enfermedades que alteran la piel, como la psoriasis y el vitíligo, entre las que se encuentra el conocido como mal del pinto. En esta parte de la exposición, el doctor De Niz describió la morfología de la piel humana, explicando a qué secciones de ella afectan las distintas enfermedades mencionadas. En el caso del mal del pinto, afecta desde la epidermis, es decir, la parte más superficial de la piel, hasta cerca de la hipodermis, la parte más profunda.

El ponente mostró imágenes de lesiones causadas por las distintas enfermedades cutáneas, claramente diferenciadas entre sí. Para comenzar de lleno con el mal del pinto, el doctor Nabor comentó la obra de Salvador González Herrejón, cuyas investigaciones sobre el mal del pinto le permitieron descubrir al patógeno que lo causa: el trepanoma carateum o herrejoni, “primo hermano” del treponema palidum, causante de la sífilis. A diferencia de este último, t. carateum solo afecta a la piel. Enseguida vimos algunos ejemplos de lesiones de esta enfermedad, que lucen verrucosas, resaltadas y coloreadas.

Dicho esto, el doctor Nabor recordó las clases que tomó en la década de 1950 con el doctor José Barba Rubio, cuyo nombre lleva hoy el Instituto Dermatológico de Jalisco. En esa clase, el doctor Barba Rubio explicó a sus alumnos lo relativo al mal del pinto, refiriendo que era una enfermedad que se encontraba en la sierra de Guerrero y en Chiapas, pero no en Jalisco. Sin embargo, el joven De Niz le contó que en su tierra, la Costa de Jalisco, sí existían casos de esta enfermedad, que él llegó a conocer desde la infancia. Esto derivó en la organización de una expedición financiada por el gobierno de Jalisco e integrada por médicos de diversas especialidades, para estudiar y tratar a esos casos en el municipio de Villa Purificación. Con la colaboración del gobierno municipal de ese lugar, encabezado por el señor Jesús Núñez, los médicos se encontraron con 57 enfermos de la piel, que fueron concentrados en una escuela de Purificación, a quienes se les efectuaron biopsias que arrojaron el dato de que había 17 enfermos de mal del pinto, tres de psoriasis y 37 de vitíligo. A todos se les indicó un tratamiento basado en penicilina.

Los resultados de los estudios realizados en esta expedición médica a Purificación, que tuvo lugar en febrero de 1954, fueron presentados por el doctor Barba Rubio en el Congreso Internacional de Dermatología celebrado en agosto de ese año en Río de Janeiro y, posteriormente, serían publicados en revistas científicas en español, inglés y portugués. Gracias a esta investigación se erradicó el mal del pinto en la Costa de Jalisco.

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