domingo, 21 de marzo de 2021

Una conferencia sobre alimentación sustentable en el Capítulo Juvenil Costa Sur de la BSGEEJ


 Este sábado 20 de marzo el Capítulo Juvenil Costa Sur de la Benemérita Sociedad de Geografía y Estadística del Estado de Jalisco celebró su sesión ordinaria del mes mediante la aplicación Meet. Con la asistencia de 14 personas, la sesión comenzó a las 10:05 horas.

La anfitriona, nutrióloga Maelvy Graciela Guerrero Blancas, expuso su trabajo Alimentación sustentable, que inició mencionando los objetivos de desarrollo sostenible de la agenda 2030 de la ONU, entre los que se encuentran los relacionados con la alimentación, que se considera sustentable cuando satisface las necesidades alimenticias sin descuidar el medio ambiente.

Maelvy explicó enseguida que actualmente hay una producción de alimentos a gran escala pero pobre en nutrientes, que ha causado problemas como inseguridad alimentaria, hambre y desnutrición, además de afectaciones crónicas a la salud, diseminación de sustancias tóxicas y daño al medio ambiente. Aunque el problema es mucho más complejo: según los datos mostrados por Maelvy en los últimos 60 años la población mundial ha tenido un crecimiento de 150%, con la consiguiente necesidad de aumentar la producción de alimentos. Para tratar de remediar esto han surgido variedades mejoradas de plantas que no han arrojado resultados positivos y se ha ensayado un modelo de producción insostenible, con aumento de emisión de gases de efecto invernadero, desaparición de diversidad de cultivos, uso masivo de agua y contaminación de océanos, entre otros.

Además de esto hay un problema de desperdicio de la tercera parte de los alimentos que se producen. Entre las causas de esto la ponente mencionó las porciones demasiado grandes que se sirven en restaurantes, los embalajes inadecuados, la carencia de sistemas de transporte, el desperdicio en la producción y cosecha y las exigencias de aspecto de los productos por parte de la industria.

Maelvy Guerrero mencionó que los mismos consumidores podemos contribuir a solucionar estos problemas, sin esperar a que la industria o los gobiernos actúen. Dijo que para lograr esto son necesarios nuevos hábitos de consumo y alimentación que contemplen, entre otras cosas, la reducción en el consumo de carne, la adquisición de alimentos producidos localmente y preferir los que sean obtenidos mediante procesos sostenibles.

En este sentido, compartió algunas guías de sistemas alimentarios sostenibles, con mejora de acciones desde la producción hasta el consumo, así como tipos de dietas que se pueden adoptar: la mediterránea, considerada como patrimonio cultural inmaterial, la llamada flexitariana (onmívora con limitación de consumo de carne a una o dos veces por semana) o la conocida como lunes sin carne. La ausencia o limitación de la presencia de la carne en estas dietas tiene que ver con el alto costo ambiental que implica su producción.

Para terminar la presentación, la nutrióloga hizo un llamado a la acción para los consumidores, en el sentido de reducir el desperdicio, comprar sin empaque, consumir local y de temporada, cultivar sus propios alimentos, comer menos carne, donar a bancos de alimentos y presionar a sus representantes para establecer políticas públicas que permitan mejorar el acceso a mejore alimentos y a información sobre ellos, la difusión de la lactancia materna, entre otras.

Luego de la presentación hubo una nutrida sección de preguntas y respuestas, en la que se habló desde el proyecto de “frisole” (frijol, soya y lenteja) desarrollado en la Universidad Autónoma Chapingo en los años 1990 para mejorar la alimentación de los mexicanos, hasta la necesidad de mejorar la educación y el acceso a la información nutricional desde la infancia.

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