Esta noche ocurrió el primer lleno en el Aula Magna del centro cultural José Atanasio Monroy en lo que va de esta semana cultural, con el esperado concierto del guitarrista tapatío Paco Rentería. El evento comenzó a las 20:50 hrs. y, aunque se advirtió que se permitiría ingresar solamente a 400 personas, la sala lució completamente llena.
El concierto comenzó con un solo de piano muy tranquilo, para poco a poco ir integrando al resto de los instrumentos: saxofón, batería, bajo eléctrico, guitarra electroacústica, percusiones (cajón flamenco, timbales, platillos, bongó) y violín le dieron cuerpo a la introducción, que crecía constantemente en intensidad y ritmo. Fue hasta la segunda pieza que entró Paco Rentería a ocupar su lugar en el escenario y a hacer su trabajo con la guitarra y con el estímulo al público. Ya con la alineación completa arrancaron tocando, cómo no, la infaltable Mariachi.
Sin embargo, más que una lista de canciones, el espectáculo de Paco Rentería se compone de largas sesiones de improvisación y fuertes despliegues de energía y virtuosismo, que causan un rápido y rotundo efecto entre los espectadores, que de la timidez fueron pasando a una completa interacción con los músicos.
Durante más o menos hora y media escuchamos algunas de las composiciones de Rentería, como Piel de mujer, Vívelo y la muy llegadora Eternidad, pero también fragmentos de piezas que difícilmente podrían escucharse en un mismo lugar y momento: desde The Wall hasta Guantanamera, pasando por Guadalajara, Stairway to heaven, Moliendo café o Quizás, combinadas todas sin el mínimo pudor.
Aunque la música de Paco Rentería y su grupo mantiene el sabor de la cultura flamenca también incluye la potencia de un concierto de rock y la fina improvisación de un conjunto de jazz, lo que conforma el llamado freeplay.
Si alguna vez alguien buscara una imagen musical del México contemporáneo, hallaría en un concierto de Paco Rentería un excelente parámetro.
No hay comentarios:
Publicar un comentario