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Durante la exposición de Jesús Guzmán, cronista de San Gabriel. |
El primer momento de esta jornada
fue la conferencia Alfonso Corona Blake. Su vida y su obra, a cargo del
cronista de Autlán, Guillermo Tovar Vázquez. Esta presentación comenzó con la exposición
de los datos biográficos básicos de Corona Blake, nacido el 2 de enero de 1919
en Autlán, en el domicilio de Guillermo Prieto número 4. El cronista habló de
la vida en Autlán en esa época, marcada por la violencia y la crisis económica
derivadas de la Revolución y de las fechorías de Pedro Zamora, pero que tuvo
también momentos de esperanza, como la apertura de un club deportivo, de los
baños públicos de Ireneo Barragán o la circulación del primer automóvil que se
conoció aquí. También mencionó datos genealógicos de los Corona Blake, que los
emparentan con personajes como Pedro Michel Corona y que demuestran su arraigo
en esta región desde hace varios siglos. En la conferencia se habló también del
cine en Autlán y en Guadalajara, que para el año en que nació Alfonso ya era un
entretenimiento popular, del desarrollo de esta industria en el país y de cómo
Corona Blake se inserta en ella, casi por accidente, logrando convertirse en
uno de los directores mexicanos más premiados de su época.
Enseguida, el cronista de San Gabriel,
José de Jesús Guzmán Mora, expuso el trabajo Fray José Mojica. El hombre que
cambió la fama por Cristo, con datos precisos de la vida de este personaje
obtenidos de los archivos gabrielenses, que desmienten algunos que circulan en
Internet. El maestro Guzmán explicó que Mojica nació en San Gabriel el 15 de
septiembre de 1896, hijo ilegítimo del médico José de Jesús Chavarín Vázquez (quien
era casado en Teocuitatlán) y de Virginia Mojica Mojica. El cronista habló de
la vida en San Gabriel de Mojica, quiénes fueron sus maestras y la escuela a la
que asistió, la existencia de su medio hermano Fortunato Chávez en Jiquilpan y
el parecido que guardan entre sí. Esta exposición estuvo aderezada con los
recuerdos de infancia que publicó Mojica en su libro Yo, pecador y con
fotografías de esa época de su vida que el cronista Guzmán resguarda en su
archivo. Desde luego, también habló de su fulgurante carrera: su debut
estadounidense en 1919 y su participación en las celebraciones del centenario
de la consumación de la Independencia de México en 1921, la música que grabó y
las películas que filmó en más de 20 años de trayectoria, que lo mantuvieron en
la fama y el gusto del público. Esto terminó en 1940, a la muerte de su madre,
cuando decide dejar todo esto y hacer una carrera eclesiástica, ingresando al convento
franciscano de Cuzco, Perú, en 1942, como fray José Francisco de Guadalupe Mojica
y ordenándose sacerdote el 13 de julio de 1947. Como sacerdote, filmó tres
películas más y visitó en varias ocasiones su pueblo, no solo para recibir
homenajes sino para convivir con sus habitantes y formar parte de su dinámica
social: participó en bautizos, dijo misas (se conservan grabaciones de sus
sermones), intervino en tertulias… José Mojica falleció en Lima el 20 de
septiembre de 1974.