jueves, 8 de febrero de 2024

Metales, percusiones y guitarras: dos viajes musicales en el Teatro del Pueblo


 Bajo diferentes formas y nombres, desde la década de 1970 ha existido en el programa general del Carnaval de Autlán algún espacio dedicado a formas diversas de celebrar y a expresiones culturales novedosas. En diferentes momentos hemos tenido un FestiCarnaval Popular, un programa cultural, un Carnaval Alternativo, un Festival de la Cerveza Artesanal, entre otros.

El Teatro del Pueblo ha sido uno de estos espacios, que en 2024 se instaló en el extremo sur de la calle de Ernesto Medina Lima, en un escenario montado entre el portal Juárez y el jardín Constitución. En este lugar, la noche del miércoles 7 de febrero tuvieron lugar un par de excelentes conciertos, muy diferentes entre sí, pero complementarios en el ánimo de público, que expresó la alegría y el disfrute de la música de manera abierta, libre, como corresponde al festejo de un Carnaval.

Fue hasta las 19:30 horas, media hora después de lo anunciado, cuando se dio la tercera llamada para el inicio del primer concierto, que estuvo a cargo del quinteto de metales tapatío Chilakil Brass. A esta hora la sillería estaba algo desangelada, con apenas unas 70 personas, aunque al paso de los minutos se llenaría no solo ese espacio sino también los vecinos portal y jardín.

Chilakil Brass.


Chilakil Brass está integrado por Samuel Flores en el trombón, Joaquín Trejo en el corno, José Luis López en la tuba y Alexander Plascencia y Elías Sandoval en las trompetas (que tienen sonidos distintos entre sí), todos ellos grandes ejecutantes, capaces no solo de obtener los mejores sonidos de sus instrumentos sino también de comunicarse con el público y mantener un interés creciente hacia lo que está ocurriendo en el escenario. Ellos ofrecieron un viaje por el tiempo y la geografía musical, que fue del jazz de Nueva Orleans al tango, de la música clásica al rock británico y de Glenn Miller a Pedro Infante. La última sección de su programa, que duró poco más de una hora y media, estuvo dedicado precisamente a la música mexicana y fue acompañado con las voces de buena parte del público, que conocía las letras de las canciones a la perfección. El viaje musical se complementó muy bien con los comentarios introductorios a cada pieza, con una explicación de su origen, su autor y la época y lugar en que fue creada.

Contrario a lo que pudiera pensarse por cómo estamos acostumbrados a escuchar este tipo de instrumentos, las interpretaciones no resultan estridentes ni monótonas, la variedad de voces de los cinco instrumentos permite que cada pieza interpretada suene muy semejante a su versión original.

El quinteto interpretó el programa siguiente:

Amazing grace y Devil in disguise, en estilo Dixieland.

Fuga en Sol menor, de Bach.

Nessun dorma, de la ópera Turandot, de Puccini.

Tributo a Glenn Miller.

María, del musical West Side Story, de Bernstein.

Pasodoble El gato montés.

I want to break free, de Queen.

Por una cabeza, de Carlos Gardel.

You´ve got a friend, de Carole King.

Granada, de Agustín Lara.

Romanza, de Rafael Méndez.

Historia de un amor, de Carlos Eleta Almarán.

Popurrí de música popular mexicana, que incluyó piezas como Deja que salga la luna, Balajú y María Bonita.

Popurrí de canciones popularizadas por Pedro Infante. Aquí se incluyó el duelo de copladas de la película Dos tipos de cuidado, en el que las voces de Pedro Malo y Jorge Bueno las hacían las trompetas.

Guadalajara, de Pepe Guízas, cuyo coro fue cantado por el público, bajo la dirección de los integrantes del quinteto. Al final, la frase “Guadalajara, Guadalajara” fue cambiada por “Que viva Autlán, que viva Autlán”.

La negra, a petición de una nueva pieza por parte del público.

Los integrantes de Chilakil Brass llegaron a Autlán alrededor de las 14:00 horas. Su primera actividad, apenas llegaron, fue un encuentro con alumnos del Núcleo ECOS Autlán y de la Escuela de Artes Municipal en el auditorio Hermilio Hernández de la Casa de la Cultura, con quienes compartieron algunos consejos prácticos, experiencias y explicaciones sobre las características y formas de tocar cada instrumento, de cómo calentar antes de una presentación, entre otros temas.

Soul Sacrifice.


El segundo concierto de la velada estuvo a cargo de la banda tributo a Santana Soul Sacrifice, que tiene como cuartel general al centro comunitario y de salud Tiopa Tlanextli, institución fundada por Carlos Santana. Con una alineación integrada por Martín Rivera en los teclados, Alberto Tovar en el bajo, Everardo Vázquez en la guitarra eléctrica, Marco Sandoval en la batería y Dan Abella, Martín Sandoval y Edgar Santana tocando distintos instrumentos de percusión, Soul Sacrifice interpretó versiones de algunos de los clásicos de Santana pero también algunas piezas menos conocidas e, incluso, una composición propia.

Si con Chilakil Brass la respuesta del público fue constante y animada, con Soul Sacrifice esta situación creció, ocupando el espacio entre las sillas y el escenario varias parejas o bailadores solitarios, que decidieron moverse al ritmo de la música. Adolescentes, adultos jóvenes y de la llamada tercera edad, poblaron poco a poco este espacio para bailar Guajira, Oye cómo va y otros clásicos de Santana.

Soul Sacrifice demostró con esta actuación que es uno de los favoritos del público autlense; en los años que tiene activo, este grupo ya se ha presentado en todos los principales foros de Autlán. También se ha convertido en un embajador de la cultura autlense, con presentaciones constantes en otras ciudades del país.

En CulturAutlán deseamos una larga vida y constante crecimiento para Soul Sacrifice.

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