domingo, 8 de mayo de 2022

Taller de lectura de Gris de lluvia en la Casa Universitaria


 El club de lectura que nació como taller en el Museo y Centro Regional de las Artes y que desde hace algunos meses tiene el carácter de trashumante sesionó este miércoles 4 de mayo en la Casa Universitaria, con el apoyo en la publicidad y la logística de la sucursal Autlán de la librería Carlos Fuentes. Con la asistencia de unos 15 lectores instalados en el pasillo sobre el costado norte del patio central de la Casa, la sesión comenzó a las 17:05 horas.

El objeto de discusión de este mes fue el cuento Gris de lluvia, de la autora tapatía Silvia Quezada. Fue Guillermo Tovar, cronista de Autlán, el encargado de dar la bienvenida y una introducción a la sesión, con una semblanza breve del trabajo de Silvia Quezada como escritora pero, sobre todo, como investigadora: habló de sus trabajos publicados sobre escritores jaliscienses contemporáneos, como el Diccionario de Escritores Jaliscienses, de reciente publicación, y, sobre todo, sus investigaciones sobre la poeta Rebeca Uribe, una figura muy activa en la vida cultural tapatía del segundo tercio del siglo XX de la que se ignoran muchos datos biográficos precisos.

En Rebeca Uribe y la búsqueda de aclarar su biografía está inspirado el cuento Gris de lluvia. Los asistentes al taller comentamos nuestra experiencia lectora, coincidiendo en la sorpresa que causó la aparente repetición de la escena inicial y la final, protagonizada por diferentes personajes. Ángeles Pelayo (ganadora del Premio FIL Joven en la categoría de cuento en 2015), por ejemplo, halló dos voces narrativas y dos voces poéticas y dio su propia versión sobre Rebeca Uribe, una mujer que llevó una vida poco convencional para su época y en la actualidad es una gran desconocida.

Carlos Efrén Rangel, profesor de Español en secundaria, halló que en el cuento Rebeca Uribe es un fantasma, en el sentido de una figura inasible e indefinida, mientras que el hallazgo de sus poemas por la narradora es una declaración de que la literatura de calidad sobrevive a pesar del tiempo y el olvido.

En el curso de la plática hallamos lo que nos parecieron algunos símbolos, como el ya mencionado hallazgo de los libros de Rebeca y el hecho de que el carretonero ya se hubiera llevado el resto de sus pertenencias cuando la narradora se dio cuenta de su importancia, que parecerían describir el anhelo por encontrar datos de la poeta en un largo proceso de investigación.

Pero, como suele pasar, los comentarios sobre el cuento nos llevaron también a rumbos no planeados: hablamos de los escándalos de la farándula en las décadas de 1930 a 1950 y cómo fueron abordados por la prensa, la intensa actividad cultural en esas décadas posteriores al término de las guerras intestinas de principios del siglo, María Félix y la llamada época de oro del cine mexicano, la trágica y escandalosa muerte de Rebeca Uribe y la de Miroslava Stern…

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