sábado, 24 de mayo de 2025

Segunda jornada de la VIII Semana Cultural Ernesto Medina Lima

En la exposición de Agustín Godoy.

 La tarde del viernes 23 de mayo se realizó en el salón de usos múltiples del Museo y Centro Regional de las Artes de Autlán la segunda jornada de actividades de la VIII Semana Cultural Ernesto Medina Lima, que organiza el Capítulo Costa Sur de la Benemérita Sociedad de Geografía y Estadística del Estado de Jalisco (BSGEEJ). En punto de las 19:00 horas comenzó la primera ponencia y a la sesión asistieron, en total, unas 60 personas.

El primer momento de la jornada fue la conferencia Movilidad en Autlán en la segunda mitad del siglo XX, de Agustín Godoy Pelayo, quien expuso su trabajo a distancia, mediante la plataforma Zoom. Esta conferencia muestra los cambios en la vida de Autlán que se observaron al promediar el siglo XX y en las décadas siguientes de manera acelerada, luego de décadas y siglos de un desarrollo lento y con cambios que se realizaban de manera muy gradual. La exposición comenzó con una fotografía de la ceremonia de inauguración del primer semáforo que hubo en Autlán y con la lectura de la nota periodística de noviembre de 1988 que informa de la primera sesión académica celebrada por la BSGEEJ en Autlán, el día 25. Esto, para mostrar dos de los avances en distintos ámbitos que se alcanzaron en la ciudad en ese periodo, que el ponente considera un parteaguas en la vida de Autlán.

A lo largo de su presentación, Agustín Godoy comentó los principales cambios que se vieron en Autlán, por décadas, comentando la forma de vida antes de estos cambios y algunos elementos que aún se conservan, especialmente en la arquitectura patrimonial. El Autlán de mediados del siglo XX era una ciudad pequeña, de unos 28 mil habitantes, con una vida tranquila y que transcurría lento, al interior de cada cuadra existían verdaderas huertas de árboles frutales y las actividades de las personas se desarrollaban mayormente dentro de su propio barrio. Para estos comentarios, el expositor se basó en una fotografía aérea de noviembre de 1959 que muestra completa la mancha urbana de Autlán, cuyo perímetro era más o menos la mitad de la actual. A lo largo de su exposición conocimos momentos históricos que representaron, cada uno de ellos, un cambio importante en la vida de los autlenses: la apertura del Hospital de Las Montañas en 1950, la elección de reina del Carnaval a partir de 1952, la constitución de la Compañía Minera Autlán en 1953, la apertura de la presa de Tacotán y la instalación del distrito de riego del valle, la llegada del teléfono y la televisión, la integración de la preparatoria a la Universidad de Guadalajara, la Escuela de Agricultura y el Centro Universitario de la Costa Sur, entre otros momentos que hicieron que Autlán tuviera un cambio radical en medio siglo.

Durante el homenaje a Everardo Jiménez. De izq. a der.: Jesús Medina, Leticia Márquez, Virginia Jiménez y Antonio Díaz.


El segundo momento de la jornada fue un homenaje al pintor autlense Everardo Jiménez Rodríguez, fallecido en marzo de 2019. Este homenaje fue presidido por Leticia Márquez, alumna de Everardo; Virginia Jiménez, su hermana; José Antonio Díaz Landeros, coordinador del Capítulo Juvenil Costa Sur de la BSGEEJ, y Jesús Donaciano Medina García, del Capítulo Costa Sur. Fue este último quien abrió la sesión, con un mensaje en el que explicó que el homenaje se basa en la intención de rescatar la obra de Everardo Jiménez y en la búsqueda de la paz.

Enseguida, Antonio Díaz leyó una biografía de Everardo Jiménez en la que, junto a los datos de su vida, expuso su experiencia personal como amigo del pintor, recordando cómo lo conoció cuando comenzó, siendo niño, a tomar clases de dibujo con Everardo, un maestro cuya personalidad imponía pero que animaba a aprender y a desarrollar la creatividad. Sobre su taller La Chirimoya, Antonio dijo que era un refugio para trabajar pero también para convivir y conversar, ahí lo visitaban sus alumnos y sus amigos para compartir la palabra, la música y el arte. Recuerda a Everardo como un fiel radioescucha de Radio Universidad y un aficionado a la música clásica, artista que podía inspirarse en situaciones cotidianas, como la visita a su taller de un insecto colorido o con un atardecer. Para concluir esta parte del homenaje, los asistentes vimos un video con una entrevista que le realizaron Antonio y Silvestre Díaz Landeros a don Gabriel Lima Velásquez, quien fuera amigo de Everardo, donde recordó algunos momentos de su convivencia y afirmó que lo admiraba por haber logrado vivir de la pintura, cosa que pocos artistas alcanzan, así como por su originalidad.

Issac Ramírez.


Luego de escuchar al violonchelista Issac Ramírez interpretar una pieza musical, la señora Leticia Márquez recordó a Everardo como un maestro generoso y manifestó su esperanza por que su obra se siga exhibiendo y no se olvide. La señora Virginia Jiménez agradeció a los organizadores del homenaje y pidió a quienes lo conocieron que lo recuerden con cariño.

Fuera de programa, el también pintor José Alfredo Jiménez, sobrino de Everardo, recordó los inicios de este último en Autlán, cuando compartieron espacio en una exposición en el ya cerrado Centro Cultural Autlán y llamó a sus alumnos a seguir su ejemplo de trabajo.

En el salón se expusieron algunos cuadros de Everardo, de distintas épocas, así como de algunos de sus alumnos.

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