Foto de Gerardo Molina, cronista de Etzatlán. |
El coloquio comenzó a las 17:30
horas, con la asistencia de unas 30 personas y la moderación de Carlos Martín Boyzo
Nolasco, vicepresidente de la Asociación. En el presídium estuvieron él y los
tres ponentes: Isabel Eugenia Méndez Fausto, cronista de Tototlán, quien además
fue la encargada de la organización y convocatoria del coloquio; Francisco
Javier Sánchez Muñoz, cronista de San Miguel el Alto; Juan Frajoza Ramírez,
cronista de Yahualica de González Gallo, y Guillermo Tovar Vázquez, cronista de
Autlán de Navarro.
La primera exposición fue de la
profesora Isabel Méndez, bajo el título Un palacio para la beneficencia en
Tototlán, Jalisco, México, una historia de la Casa de Ejercicios de esa
localidad, al que la ponente define como “palacio tototlense de la beneficencia”.
En este trabajo se aborda el desarrollo de este lugar, desde la capilla preexistente
y que fue dañada por el terremoto del 2 de octubre de 1847, dejándola
inservible. Con un nuevo uso como casa de ejercicios, ya a finales del siglo
XIX, a lo largo de la siguiente centuria se ofrecerían en este lugar otros
servicios de beneficio a la comunidad, incluyendo el de escuela. En este siglo,
la casa conoce una etapa de crecimiento, con el agregado de nuevos espacios y usos,
de los que la ponente dio una relación pormenorizada, así como de sus remodelaciones
y cambios en su fisonomía.
Guillermo Tovar. Foto de Gerardo Molina. |
El segundo turno fue para
Guillermo Tovar, quien presentó el trabajo El Hospital de Las Montañas y la
modernización de los servicios médicos en Autlán, que comenzó con los
antecedentes de la existencia de hospitales en el barrio autlense de Las
Montañas que, según autores como Lilia Oliver, se remonta hasta mediados del
siglo XVI. Con periodos en los que el hospital estuvo cerrado, en ese barrio
hubo hospital hasta el siglo XX, cuando cambió su uso al de asilo de ancianos. Otro
antecedente nace a finales del siglo XIX, cuando se abre al público un hospital
municipal, en el mismo terreno que ahora ocupa el Hospital de Las Montañas. Las
gestiones para la construcción de éste comenzaron en 1937, cuando Jaime Llamas
y Luis Enrigue convocaron a vecinos de Autlán para conformar un Comité Pro Hospital
Paulino Navarro, cuyas gestiones, apoyadas por los habitantes de Autlán pero
también por funcionarios de alto nivel en los gobiernos estatal y federal y por
los autlenses radicados en la Ciudad de México, culminaron en 1950, cuando se
abre al público el hospital. Aquí comenzaría una etapa de consolidación, con la
adquisición de equipos y materiales y, sobre todo, de personal médico
capacitado. En 1960 se hace cargo de su dirección el doctor Nabor de Niz, en
cuya gestión se consigue la declaratoria como hospital universitario, mejora
sustancialmente su equipamiento y organización y se abre una escuela de
auxiliares de enfermería, con lo que se convierte en el hospital más importante
de Jalisco fuera de la capital. Sin embargo, en 1974 hay un cambio en la
dirección del hospital y en la presidencia del patronato, con lo que comienza
una época de decadencia que culmina con el otorgamiento del hospital, por parte
del municipio, en comodato a una asociación civil. A la fecha, el hospital
sigue en funcionamiento, pero ya como una clínica privada más, sin el servicio
de beneficencia para el que lo fundaron sus gestores.
Isabel Méndez y Francisco Sánchez. Foto de Gerardo Molina. |
El cronista de San Miguel,
Francisco Sánchez, presentó un trabajo titulado Cementerio del Señor de la
Misericordia. Patrimonio de la Humanidad en la Ruta de la Plata, sobre la
historia, el valor arquitectónico y patrimonial del cementerio de Encarnación
de Díaz. La exposición incluyó una relación de la historia de este recinto,
desde los inicios de su construcción en la década de 1820, con la relación de los
encargados de la obra y de los cambios y mejoras que ha experimentado a lo largo
del tiempo. Datos como el primer entierro en este cementerio, ocurrido el 29 de
abril de 1829 luego del fallecimiento de María Toribia, y de la situación
durante la epidemia de cólera morbus pocos años después, sirvieron para
conocer mejor la vocación y el servicio de este sitio. En la segunda parte de su
exposición, el ponente habló del marco legal y las declaratorias de protección que
tiene este cementerio: fue declarado parte de la ruta Camino Real de Tierra Adentro
en 2010, es parte de la Delimitación de Zonas de Patrimonio Cultural de la Secretaría
de Cultura en 2015 y del Perímetro de Protección de la UNESCO. Sin embargo, el Reglamento
de Cementerios de Encarnación no incluye disposiciones tendientes a su
protección, en armonía con estas declaratorias. En opinión del cronista, hay
acciones pendientes en el ámbito legal, para asegurar la protección de este
cementerio que, por otro lado, guarda un buen estado de conservación.
Juan Frajoza. Foto de Gerardo Molina. |
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