miércoles, 29 de marzo de 2023

Fue inaugurada la exposición fotográfica Una mirada anticipada

 

El Jalocote.

En estos días se encuentran de visita en Autlán algunos integrantes de la familia extendida CORGOMIURI (Corona, Godoy, Michel y Uribe) procedentes de distintos lugares de México y los Estados Unidos. Esta familia, cuya presencia en América y, en especial, en nuestra región, se ha logrado rastrear hasta el siglo XVI, reconoce a Autlán y sus alrededores como uno de los lugares en que sus antepasados desarrollaron sus vidas y, en no pocos casos, quedaron sepultados aquí. Entre ellos podemos encontrar al hacendado Pedro Regalado Michel Corona, al vecino fundador de Guadalajara Joan Michel, a la profesora de piano Áurea Corona y a muchos otros.

Dentro de esta visita se han desarrollado algunas actividades privadas pero también otras públicas, en las que han mostrado a los autlenses ejemplos de su arte y de su acervo histórico ligado a la región. El salón de usos múltiples del Museo Regional fue la sede de estas actividades públicas, que se desarrollaron la noche del martes 28 de marzo.

A las 19:20 horas de ese día comenzó la ceremonia de inauguración de la exposición Una mirada anticipada, compuesta por placas tomadas por el fotógrafo autlense Othón Corona. La ceremonia fue encabezada por el presidente municipal, Gustavo Salvador Robles Martínez, y por Sylvia Herenia Corona Cortés, socia del Capítulo Costa Sur de la Benemérita Sociedad de Geografía y Estadística del Estado de Jalisco (BSGEEJ), institución que organizó la muestra. Asistieron funcionarios municipales, socios de la BSGEEJ y de las familias CORGOMIURI, profesores universitarios y autlenses interesados en la cultura, en número de alrededor de 70 personas.

Antes de realizar el corte del listón, el presidente municipal dio un mensaje en el que habló sobre la necesidad de preservar y difundir los elementos de identidad de Autlán y de propiciar la integración de los autlenses. Dicho esto, pasamos al salón de usos múltiples, donde se desarrolló un programa que incluyó historia, poesía y música.

Exposición sobre Ahuacapán.


La arquitecta Sylvia Corona, quien ha conservado la obra de Othón Corona y realizó las gestiones necesarias para que, por primera vez, una selección de ella fuera exhibida públicamente, compartió una semblanza de este personaje, nacido en Autlán el 3 de septiembre de 1899. Además de la fotografía, Othón Corona realizó actividades de promoción deportiva, en Autlán y en la capital de Jalisco, en las disciplinas de futbol, beisbol y otras, en clubes como el Atlas. Falleció en Guadalajara el 18 de mayo de 1950.

Enseguida el cronista de Autlán, Guillermo Tovar Vázquez, expuso el trabajo Ahuacapán y su historia, en el que abordó los cambios en la propiedad de la tierra desde la venta del principal don Alonso al español Gómez de Segovia en 1543 hasta el establecimiento del ejido en 1929, pasando por las etapas del mayorazgo de los Gómez de Parada y los hacendados Pedro Regalado Michel Corona y Carlos Valencia; algunos episodios históricos ocurridos en la hacienda, como la batalla de Ahuacapán del 10 de agosto de 1915 y la elevación a comisaría municipal en 1929; personajes importantes como el obispo de Papanlta, Nicolás Corona Corona; y los atractivos y actividades actuales del pueblo, como la Judea o el Festival del Colibrí.

La poetisa Andrea Estephanía Reynoso Gutiérrez, autora de los textos que acompañan a las fotografías expuestas, leyó en voz alta sus textos Señor F y Autlán. Arturo Ville Corona, guitarrista de renombre y uno de los integrantes de la comitiva de CORGOMIURI, agradeció la realización de la exposición, contó cómo fueron descubiertas las fotografías y expresó la emoción de verlas expuestas por primera vez. Dijo que la esencia de Autlán está plasmada en ellas, a pesar de que la fisonomía del pueblo ha cambiado.

Alejandro y Glenda.


Por último, el pianista Alejandro Corona y la soprano Glenda Isa Landavazo ofrecieron un breve pero magistral concierto en el que interpretaron música de Mario Ruiz Armengol y del mismo Alejandro Corona, así como tres haikús del poeta mexicano José Juan Tablada, musicalizados por ellos. El programa fue como sigue:

Preludio en Mi mayor, de Mario Ruiz Armengol, por Alejandro Corona al piano.

Muchachita y Soñé, de Mario Ruiz Armengol, por Alejandro Corona al piano y Glenda Isa Landavazo en la voz.

La luciérnaga, Heroísmo y Kindergarten, de José Juan Tablada, arreglados en escalas japonesas e interpretados por Alejandro y Glenda.

Ilusión y Mercurio, de Alejandro Corona, interpretadas por él mismo.

El maestro Alejandro Corona compartió, entre las distintas interpretaciones, algunas anécdotas de su carrera, como la amistad que llevó con el compositor Mario Ruiz Armengol, misma que heredó de su padre, el también pianista Reynaldo Corona.

Vacunando ganado.


Una mirada anticipada es una selección de 41 fotografías de la vida cotidiana de Autlán, tomadas entre 1923 y 1924 por el fotógrafo Othón Corona. Vemos en ellas las actividades que los autlenses realizaban hace un siglo, las calles y las haciendas y ranchos y los paisajes naturales, en la mayoría de los casos ya muy modificados en la actualidad. Quedan, como asidero visual y puente entre los siglos, los relieves de las montañas, a veces el único elemento que nos permite identificar el sitio aproximado donde fue tomada la foto. Podemos ver lo mismo escenas de ocio, como un partido de beisbol que se celebró aparentemente en el centro de Autlán o un paseo a las piletas de La Caja; tareas del campo como la vacunación de un becerro (cómo recuerda a los filmes realizados por el francés Gabriel Veyre en Atequiza durante el porfiriato); las instalaciones de la hacienda de El Jalocote y de otras no identificadas pero, al parecer, ubicadas en el oriente y el sur de Autlán; paisajes marinos tomados en Melaque y Barra de Navidad; el camino viejo a Ahuacapán y el arroyo El Coajinque, identificado en la foto como Coaxinquetl, calles retorcidas y quietas… cada placa está acompañada de un poema de Andrea Reynoso, inspirado por lo que aparece en la imagen. Las fotografías originales son de tamaño postal, pero fueron escaneadas en alta densidad para poderlas imprimir en un tamaño de 32 por 43 centímetros.



Una exposición que es obligado visitar, tanto por el goce estético como para conocer los enormes cambios en la fisonomía de Autlán y sus alrededores que se han operado en tan solo un siglo. Estará disponible hasta el último día de abril, en los horarios habituales del Museo.

2 comentarios:

  1. Gracias Agustín por mencionar siempre las obra de mi Papá Othón Corona, siempre tan bien documentado, un cariñoso abrazo

    ResponderEliminar
  2. Que bello es que nos recuerden a nuestros seres queridos, felicitaciones, querida Odette.

    ResponderEliminar