Ofrecieron Dovid Friedlander y Mauricio Allera un concierto de violín y piano en Autlán

Dovid Friedlander.

 La noche del lunes 4 de abril en el Aula Magna del centro cultural José Atanasio Monroy los maestros Dovid Friedlander (violín) Mauricio Allera Malo (piano) ofrecieron un magnífico concierto, que se inscribió dentro de la Agenda Cultural 2022 A del Centro Universitario de la Costa Sur. El concierto comenzó a las 20:10 horas y se desarrolló ante la presencia de unas 200 personas, que premiaron la maestría de los ejecutantes ovacionándolos de pie hasta en tres ocasiones, en distintos momentos del programa.

El programa del concierto incluyó música de autores clásicos y contemporáneos, cuyos títulos y autores se podían leer, en lugar de en un programa de mano, en la pantalla del fondo del escenario. Estuvo dividido en dos partes bien diferenciadas: en la primera los dos maestros tocaron solos su instrumento, para tocar a dueto en la segunda parte.

Tanto la apertura como el cierre de la velada corrieron a cargo del maestro Friedlander, concertino asociado de la Sinfónica de Carolina del Norte, quien visitó Autlán para dar una clase a los alumnos de la licenciatura en Artes del CUCSur. Su debut en el Aula Magna ocurrió con la Partita para violín no. 3 en mi mayor, de Bach.

Mauricio Allera.

Luego de esta magistral interpretación el maestro Allera ingresó al escenario, para interpretar al piano cuatro piezas propias (Danza para Cristina, Soledad, Sarcasmos y Tarantella) y dos de Manuel M. Ponce: Gavota y Scherzino mexicano. Al punto regresó al escenario el maestro Friedlander para tocar a dueto con el maestro Allera Introducción y rondo caprichoso de Camille Saint Säens, interpretación que propició la primera de las ovaciones de la noche e inauguró la segunda parte del programa.

Enseguida ambos músicos interpretaron el tango Por una cabeza, de Carlos Gardel con arreglos de John Williams y Estrellita, de Manuel M. Ponce. Con esto terminaba formalmente el programa pero el público no permitió que todo terminara aquí: con una nueva ovación solicitó una nueva pieza, que fue atendida con una nueva interpretación del maestro Friedlander, ahora del Capricho no. 9 de Niccolo Paganini, con lo que terminó de conquistar a la concurrencia, que despidió definitivamente a los maestros con una nueva ovación, consciente de la calidad de la interpretación que presenció.