Les comentó sobre la Teoría de la transición epidemiológica, que ha tenido varias transiciones, la primera se dio durante el período neolítico y se produjo el primer cambio antrópico, y la revolución agrícola favoreció el paso de microbios de animales domesticados y plantas a los hombres; la segunda transición ocurrió por el comercio y la guerra que van a favorecer los contagios, la tercera transición epidemiológica que se dio a raíz de las Conquistas europeas en América, a través de una diáspora microbiana, y la cuarta es la que estamos viviendo que es por la globalización.
Indicó que las pandemias y epidemias son fenómenos en extremo complejos, muy difíciles de explicar, son multifactoriales, medioambientales y sociales, y en particular en sus dos casos de estudio (Guadalajara y Autlán) pudo encontrar que el Cólera morbus que es causada por la bacteria llamada vibrio cholerae, diezmaron la población de estos dos lugares.
Mencionó que esta enfermedad llegó a Guadalajara y a Autlán en el verano de 1833, entró a México por mar en los puertos de Tampico y Campeche, y a Jalisco llegó por la región de los Altos, siendo el 24 de julio de 1833 cuando se registró la primera muerte, que fue un niño de 10 años que vivía en la zona centro de Guadalajara, añadió que encontró que en tres meses murieron 3 mil 235 personas, y en Autlán fueron en ese año 538 las muertes totales, siendo la curva más alta en el verano, de ese número el 49% tuvo como causa el cólera, 30% murió por fiebre y 21% por otras causas, según consta en registros parroquiales que eran las únicas fuentes de información.
En sus conclusiones señaló que en este momento está muy claro que el calentamiento global, la deforestación, las agroindustrias, la producción ganadera a gran escala y la pobreza extrema son el caldo de cultivo perfecto para que surjan nuevas enfermedades, asimismo dijo que la solución a las epidemias y pandemias no solo es la aplicación de la vacuna, por lo que hizo un llamado que así con el mismo deseo que tenemos de que todas las personas sean vacunadas, debemos parar la pérdida de la biodiversidad, porque su cuidado es una forma eficaz de proteger la salud humana, y que sino tenemos una naturaleza sana, no habrá una salud humana, y si no tenemos justicia social no habrá salud para todos.
La doctora Oliver exhortó a los estudiantes que a lo largo de su carrera y cuando sean profesionales luchen por la salud y el bienestar de la humanidad desde el área en que se desempeñen.
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