Fuentes de vitamina D. Foto tomada del National Cancer Institute. |
La anfitriona de la reunión fue
la nutrióloga María Davidnia García Rojas, una de las socias fundadoras del
capítulo. Ella presentó el trabajo La
vitamina D, ¿tendencia actual?, en la que ofreció datos sobre el papel de
esta sustancia en las funciones vitales del cuerpo humano, consecuencias de su
deficiencia y cómo ésta influye en la defensa contra el coronavirus.
En un primer momento de su
exposición, Davidnia nos mostró la clasificación de la vitamina D: es un
micronutriente del grupo de las vitaminas liposolubles, es decir, se puede
disolver en grasas. También nos informó que, entre sus funciones, está la de
mantener en óptimas condiciones la salud ósea, ayudar a absorber el calcio, al
crecimiento muscular y a fortalecer el sistema inmune. Incluso, dijo, está
asociada a la protección contra cáncer de colon, de próstata y de seno.
La nutrióloga explicó que hay
diversos grupos poblacionales que se consideran en riesgo de padecer
insuficiencia o deficiencia de esta vitamina, debido a sus condiciones de vida.
Entre ellos están los ancianos, quienes ven reducida la síntesis de vitamina D
de forma natural por la edad; morenos, por tener menor capacidad de producción
de la vitamina mediante la luz del sol; así como los obesos, quienes padecen
inflamaciones crónicas como la artritis y quienes consumen medicamentos para
adelgazar o reducir el colesterol. La hipovitaminosis está asociada a
enfermedades infecciosas, cardiovasculares, autoinmunes, hipertensión, algunos
cánceres y diabetes.
También nos mostró tablas con
información sobre los niveles de presencia de la vitamina que se consideran óptimos,
deficientes o insuficientes, además de las cantidades recomendadas de consumo para
distintas edades. La vitamina puede obtenerse mediante el consumo de alimentos
ricos en ella, como leche, salmón, atún, yema de huevo o hígado de res, siendo
el huitlacoche uno de los más ricos, con 3,200 unidades internacionales en 100
gramos. Pero también es indispensable la exposición a la luz solar, de donde se
obtiene el 80% de la vitamina D.
En cuanto a la relación entre la
deficiencia de vitamina D y el COVID-19, Davidnia mostró los resultados de
algunas publicaciones científicas que indican que personas hospitalizadas con
complicaciones por la enfermedad presentaban esta deficiencia; otros estudios
muestran una disminución de la mortalidad en pacientes suplementados con
vitamina D y que se encontraban en grupos de riesgo y con deficiencia de la
vitamina. El calcitrol, la forma activa de la vitamina D, incrementa los
efectos antimicrobianos de los monocitos y los macrófagos e inhibe la expresión
de citoquinas proinflamatorias, lo cual ayuda a enfrentar los efectos de la
COVID-19.
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