jueves, 27 de abril de 2017

Evolución de la educación en el sureste de Jalisco


Esta mañana en la sala de Gestión e Innovación de la biblioteca Antonio Alatorre del CUCSur y dentro del seminario Diseño, Literatura y Cultura el doctor Nabor de Niz impartió la conferencia Evolución de la educación en el sureste de Jalisco, siendo el segundo trabajo expuesto en la jornada. La conferencia comenzó alrededor de las 10:50 hrs. y se desarrolló ante unas 60 personas.
El doctor Nabor hizo aquí una precisa descripción de la forma de vida de los pueblos de nuestra región durante la segunda mitad del siglo XIX y la primera del XX, basada en dos servicios que en nuestros días son cotidianos y (casi) omnipresentes: las comunicaciones y la educación. Respecto al primero, narró la llegada del telégrafo y el teléfono y cómo en las primeras décadas su servicio era bastante limitado y rudimentario: los mensajes, por ejemplo, llegaban al domicilio del interesado por escrito, transcritos en la oficina por el funcionario encargado de la operación del servicio. Las comunicaciones por tierra tampoco eran muy amplias: habló sobre el proyecto, nunca cristalizado, del ferrocarril a la Costa, que pasaría por Autlán; de la carretera a Purificación, que ha tenido la misma suerte del ferrocarril, y la relativamente reciente apertura de la carretera a Guadalajara.
Sobre la educación, relató que a fines del siglo XIX el Estado no contaba con las condiciones para hacerla accesible a la mayoría de la población: solo había escuelas, llamadas oficiales, en los principales pueblos de cada región y aún en muchos de ellos no llegaban sino hasta el cuarto grado. Para estudiar la primaria completa, por ejemplo, había que trasladarse a un pueblo que la tuviera, acción que el doctor tuvo que realizar, por cierto, trasladándose de Purificación a Autlán en los años 1940. Esta carencia del Estado la suplía de alguna forma la Iglesia con las llamadas escuelas parroquiales, donde se enseñaba a leer y escribir, las operaciones de aritmética básicas y, desde luego, religión.
De esta forma contó cómo fue creciendo el acceso a servicios educativos en Autlán, con la apertura de la secundaria por cooperación, luego Manuel López Cotilla, en 1939 y de la Escuela Preparatoria veinte años después, seguidas ambas por escuelas del mismo nivel posteriormente. Siguió así con la apertura de planteles de educación superior, como la Escuela de Agronomía de la UdeG en 1980, hasta llegar a nuestra época, en la que hay una amplia oferta de servicios de educación.
Con la frase ¡Viva el progreso!, el doctor concluyó deseando que este evidente avance sirva para mejorar la convivencia entre los ciudadanos y no para destruirla.

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