lunes, 28 de diciembre de 2015

Visita a la pista de hielo



A finales del mes de noviembre, al momento de enterarnos de que este año dentro de los festejos navideños se incluiría una pista de hielo, la mayoría de los autlenses lo tomamos con escepticismo. Pensamos que sería una locura instalar este tipo de atracciones en un clima como el de Autlán. De hecho, se hicieron algunos chistes sobre el tema, en el que el más recurrente era que en lugar de pista de hielo, se formaría una alberca, y en lugar de patines, se pondrían sus trajes de baño y flotadores para pasar el rato. Al pasar de los días vimos cómo se fue construyendo lo que hoy es la pista de hielo y los retrasos en su inauguración, que no hacían sino abonar al escepticismo.
Después de escuchar las opiniones de varios amigos, esta mañana me animé a llevar a mis hijos a patinar. Llegamos a las 10:45 de la mañana y los encargados nos informaron que había una sesión de fotos con la candidata del gremio Pollos, dentro de la pista, y que lo más probable es que abrieran un poco más tarde de lo normal. Algunas personas pudieron ver la sesión desde la barra, al levantar un poco la lona del toldo, mientras otros esperábamos a que abrieran la taquilla.


A las 11:15 comenzaron a vender los boletos, los cuales tienen un precio de $20.00 por persona y $50.00 por 3 personas. Al pagar tu entrada te invitan a pasar a una mesa en la que te entregan un documento de libertad de responsabilidad, en el que el usuario se hace responsable de cualquier eventualidad que suceda en el lugar, mismo que tienes que llenar y entregar en el área de préstamo de patines, pues sin éste y sin boleto no puedes acceder a la pista. Después de entregar el documento y entregar tus zapatos recibes los patines acordes a tu talla, pasas al área en la que te los calzas y después de 10 minutos invertidos en todo este proceso, ya puedes acceder a la pista.
Si ya tienes experiencia, por lo menos con patines "de rueditas y de linea" no te será tan difícil comenzar a patinar. Aún así, seguramente habrá caídas, porrazos y más caídas. pero siempre serás apoyado por alguno de los monitores que están al pendiente de la seguridad de los usuarios, quienes al menor incidente te dicen cómo hacer para mantener la vertical. Si te da mucho miedo patinar o no te sientes muy seguro de hacerlo puedes rentar, por $15.00 pesos, una andadera. Las hay para niños y adultos y te da mayor seguridad a la hora de deslizarte por el hielo. La diversión consiste en dar vueltas alrededor de la pista, en el sentido contrario al de las agujas del reloj, todos en el mismo sentido para evitar accidentes.


Los más osados se atreven a ir sin andadera pero agarrados a la barra que rodea la pista, para poco a poco ganar valor para soltarse. Algunos, con el pretexto de que acompañamos a los más pequeños, nos apoyamos en estos divinos soportes y así no sufrimos accidentes, pero todos nos divertimos al deslizarnos sobre el hielo. Hoy, en la primera sesión estuvimos más o menos 70 personas que, según los monitores, es la menor cantidad que han tenido a esa hora, ya que otros días fueron aproximadamente de 100 a 120 asistentes y en las tardes se llegan a reunir unas 200 personas por sesión.
Cada hora se abre sesión, llegando a ser 12 sesiones en el día. Por las mañanas es más tranquilo, sobre todo entre semana; aunque los niños están de vacaciones, la mayoría de los papás trabaja y pueden ir por las tardes y en las noches, es por eso que es cuando tienen más asistencia. Los primeros días, se llegó a contabilizar la entrada de  hasta 2,000 personas por día, siempre según los encargados de la operación de la pista.

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