Comúnmente reconocemos como personajes relevantes a ciudadanos que realizaron una obra fuera de lo común en actividades artísticas o culturales o que se distinguieron como benefactores del pueblo, poniendo desinteresadamente su trabajo y su patrimonio al servicio de sus vecinos.
Es menos común que quienes se dedican a profesiones liberales o a una actividad empresarial aspiren a que sus nombres sean recordados durante generaciones. Y, cuando son recordados, lo son por razones distintas a su ejercicio profesional. Hoy recordaremos a dos autlenses que llegaron a la excelencia en el ejercicio de la profesión de abogado (que, por cierto, puede estudiarse actualmente en Autlán en dos instituciones distintas), desempeñando trabajos de alta exigencia:
Efraín González Luna: Fundador del Partido Acción Nacional y su primer candidato a la Presidencia de la República, tradujo al español el Ulises de James Joyce y la obra de varios escritores franceses, lo que le valió que el gobierno galo lo distinguiera con el nombramiento de Oficial de Instrucción Pública en grado honorífico. Como abogado, fue consultor de diversas empresas y organismos, como la Cámara de Comercio de Guadalajara, el Centro Patronal de Jalisco y el Banco Industrial de Jalisco. A iniciativa suya se conformó en 1943 el primer Consejo de Colaboración Municipal de Guadalajara y fue autor de un proyecto de ley electoral de vanguardia, el primero que contemplaba un Consejo Electoral y un Tribunal Estatal Electoral.
José de Jesús Gudiño Pelayo: Nacido en el centro de Autlán, en la finca donde ahora se encuentra una de las llamadas tiendas de conveniencia junto al jardín Hidalgo, Jesús Gudiño alcanzó la que acaso sea la responsabilidad mayor a que puede aspirar un abogado en México: fue ministro de la Suprema Corte de Justicia de la Nación desde 1995 hasta su muerte, acaecida en el año 2010. Como ministro era reconocido como de ideas liberales, abierto a aplicar nuevas ideas y conceptos en la aplicación de las leyes. Antes de llegar a la SCJN tuvo una brillante carrera en el aspecto académico (impartió diversas cátedras en ocho universidades, entre ellas el ITESO, la UNAM, la Universidad Iberoamericana y la Universidad Panamericana), como trabajador del Poder Judicial de la Federación (juez y magistrado en juzgados de cinco ciudades) y como autor de publicaciones especializadas (nueve libros y una gran cantidad de artículos y conferencias), en los que los derechos humanos y las controversias constitucionales fueron temas tratados constantemente.
Son, sin duda, un ejemplo de ejercicio profesional para los estudiantes y egresados recientes de la carrera de Derecho en Autlán.
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