jueves, 8 de enero de 2015

El origen del Entierro del Mal Humor



Publicado originalmente en De Grana.


Tras la farsa y quema del “Mal Humor” se inaugura una nueva lógica distinta a la del ruido, de la disarmonía y del mal humor… y comienza la lógica y “disciplina” sensible propia del Carnaval: la del ritmo y la música.

Un continente de Carnaval: Etnografía crítica de carnavales americanos. Juan Antonio Flores Martos.


Con la actividad conocida como Entierro del Mal Humor se abren oficialmente las fiestas de Carnaval en varios lugares de México. Es ese ritual purificador en el que los mortales nos despojamos momentáneamente de las preocupaciones y la rutina para darle lugar a la actitud festiva y transgresora tan necesaria para mantener la cordura.
El Entierro del Mal Humor consiste en la representación de un cortejo fúnebre en el que se pasea un ataúd por las principales calles de la localidad. En este ataúd se supone que viaja el Mal Humor, la imagen de las preocupaciones y de la rutina que mencioné arriba, directo a su sepultura, donde se mantendrá alejado de los humanos. Este cortejo va siempre rodeado de música, baile y distintas representaciones de la belleza y el placer.
En México, gozan de merecida fama por su espectacularidad los entierros del Mal Humor de carnavales como el de Veracruz y el de Mazatlán, aunque en la mayoría de los pueblos y ciudades donde se organizan carnavales estos inician con una actividad similar, a veces llamada Quema del Mal Humor. Entre ellos, a pesar de las diferencias que tiene con respecto a los más famosos carnavales del mundo, está nuestro Carnaval de Autlán.
No está muy claro el origen de la celebración del Entierro del Mal Humor para marcar el inicio del Carnaval de Autlán. Aunque está difundida entre las generaciones más jóvenes la idea de que esta actividad fue traída por los trabajadores veracruzanos que llegaron con la apertura del Ingenio Melchor Ocampo en 1971, las personas que ya tenían uso de razón en los años anteriores a ese acontecimiento recuerdan con claridad la realización de entierros del Mal Humor ya en los años 50 y 60.
Estas personas recuerdan incluso detalles de estos eventos, que ya tenían los mismos elementos básicos del Entierro del Mal Humor actual, como el pipón, la chirimía, las reinas del Carnaval, los gremios y sus manolas, el ataúd, etc. Al platicar con ellas, me contaron por ejemplo de don Jesús el Pirulín, un trabajador del rastro municipal poco agraciado físicamente y famoso por beber la sangre de los animales sacrificados en ese lugar y que cada año desfilaba en el Entierro del Mal Humor como Rey Feo, con su respectiva corona hecha con la cornamenta de una vaca y su cetro de un hueso del mismo animal, montado en un carro alegórico con adornos que resaltaban lo grotesco de su caracterización. También solían desfilar en esos entierros los Pericos, un par de aficionados prácticos al toreo que siempre lidiaban en las charlotadas que organizaban los gremios.
Para reforzar estos dichos, encontramos en el libro Remembranza taurina Autlán de la Grana, publicado por la editorial México Mío en el Carnaval de 2009, una copia del programa del Carnaval Autlán 1959, donde la primera actividad que se consigna es precisamente el desfile del Entierro del Mal Humor, que tendría lugar el 31 de enero de ese año a las 19 horas “recorriendo el féretro las principales calles de la población. Acompañada por los trabajadores de la Mina San Francisco”.
Juntando ambas fuentes, la oral y la documental, podemos concluir que el Entierro del Mal Humor no fue traído por los trabajadores veracruzanos del Ingenio, aunque no se puede soslayar el toque de alegría y desenfreno que le imprimieron al integrarse a esta actividad. Pero, entonces ¿de dónde llegó esta costumbre a Autlán?
Como dato para un futuro rastreo de la respuesta a esta pregunta está el que, en la década de 1930, todavía se realizaba en Guadalajara un carnaval, según el libro El Carnaval, de los investigadores Higinio Vázquez Santana e Ignacio Dávila Garibi. Ellos refieren que el 2 de marzo de 1930 el periódico El Informador daba la noticia titulada “La grey estudiantil tuvo a su cargo, ayer por la tarde, lo conducente al Entierro del Mal Humor”. Según esta nota, el cortejo salió del Jardín Botánico a las 6 de la tarde, conduciendo a unas figuras “representantes directos de nuestros males”, que serían sacrificadas en la plazuela de la Universidad.
¿Dónde está entonces el origen del Entierro del Mal Humor autlense?

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