Por Alicia Simón
A propósito de los festejos por el 470
aniversario de la fundación de Autlán y del auge que se le está dando a la
celebración de este acontecimiento, no puedo evitar recordar que fue “apenas” hace
20 años, cuando celebrábamos los 450 años.
Corría el año 1993, cuando celebrábamos el
450 aniversario de nuestra ciudad, en aquél entonces ni el ayuntamiento ni el
patronato organizador del carnaval, hicieron nada por celebrar este aniversario,
a pesar de la importancia para su historia.
Fuimos jóvenes autlenses (yo, tampiqueña de
nacimiento pero autlense de corazón), recién egresados la mayoría, otros
todavía estudiantes; quienes invitados por Carlos Pelayo Pelayo, (arquitecto de profesión e igual que los
demás, casi recién egresado), formamos un equipo de trabajo para hacer algo por
esta celebración y nos autodenominamos Grupo Viva Autlán.
La idea principal era organizar un desfile
de carnaval, con carros alegóricos, comparsas, música, etc., y tener como invitadas a todas las reinas de
carnaval que habíamos tenido para ese año, 41 según el conteo desde el año 1952
e incluyendo por supuesto, a la que ese año se coronaría como la número 42.
Carlos contaba con la experiencia de ya
haber trabajado donde diseñan y arman los carros alegóricos para las Fiestas de
Octubre en Guadalajara, por lo que, además de habernos invitado a trabajar en
el proyecto, era quién lo lideraba., así, empezamos pues a trabajar buscando
patrocinios y el apoyo del ayuntamiento de ese entonces.
Es triste decir que, a pesar de que era
para una celebración de nuestro pueblo y para todos, nos topamos con pared en
cuanto al apoyo que solicitábamos tanto al ayuntamiento como al patronato del
carnaval vigente en ese año… recibimos cerronazos de puertas y negativas para
todo el proyecto., aun así, eso no nos desmotivó, seguimos trabajando con
recursos que conseguimos de varios patrocinadores como la Coca Cola, Cerveza
Superior, Rancho Vergeles, el Dr. Pelayo, etc.
Al paso de los días, el Patronato del
Carnaval, finalmente se vio interesado con el tema de las reinas, y nos apoyó con
la condición de que estuvieran en la plaza de toros el domingo de la coronación. Nos pusimos pues, en
contacto con las Reinas que había tenido nuestro carnaval; y en total, de 41
reinas que ya teníamos localizadas, 32 nos respondieron afirmativamente a la invitación, las otras 9 no podrían
asistir ya que radicaban (o radican aun) en Estados Unidos.
En el grupo que formamos, se trabajó
siempre con mucho entusiasmo, todos por igual y sin sentirse uno más que el
otro, y siendo jóvenes a quienes les gustaba ir al toro de once, algún
recibimiento o a las corridas de toros, este año nos vimos trabajando durante
todo el carnaval para sacar adelante el desfile planeado para el Martes de
Carnaval.
El primer carro alegórico en salir, fue uno
que tenía forma de un gran regalo y medio pastel, saliendo a las calles por la
tarde y para anunciar el desfile del Martes de Carnaval. La gente salía a las
calles al escuchar la música, los niños recibían los dulces que un arlequín
montado en el regalo, regalaba al paso por las calles. Nos uníamos a los
desfiles escolares aunque fuera en último lugar, el caso era la promoción. Para
iniciar, fue bien recibido y bien visto.
Cuando se llegó el Domingo de Carnaval, nos
dimos cita en la Plaza de Toros para la presentación de todas y cada una de las
reinas en la coronación, quienes llegaron elegantemente vestidas y acompañadas
de su respectivo chambelán.
El público de la plaza de toros, obviamente
las recibió con muchos aplausos, fue algo diferente para el día de la
Coronación.
Por fin, se llegó el Martes de Carnaval para
arrancar el esperado desfile. Aparte de
los carros alegóricos que hicimos, trajimos calandrias de Guadalajara, en donde
irían varias de las Reinas que nos acompañaban, quienes llegaron a la casa del
Dr. Pelayo, luciendo hermosos y elegantes vestidos, por no decir de sus
coronas.
Me remonto a ese día, cuando por fin se
llegó la hora y la banda de música del municipio no llegaba; no podíamos
empezar el desfile sin la banda; el Dr. Pelayo y Alejandro Pelayo, fueron a
averiguar qué era lo que pasaba… y ¿qué? La cuestión era que habían dado la
contraorden de no apoyarnos con la banda para poder iniciar el desfile. (Por
eso dije antes, triste decir que no contábamos con el apoyo que habíamos
solicitado).
Finalmente, llegó la banda, no sé cómo hizo
el Dr. Pelayo, pero finalmente, arrancó el desfile. Las calles y el centro de
Autlán estaban abarrotados de gente que querían volver a ver a sus Reinas. Los
carros alegóricos armados con calidad y el plus que fue la presencia de estas
señoras, en toda la extensión de la palabra, que accedieron a ayudarnos, a
cambio de nada.
En el recorrido del desfile, se pidió a las
Reinas que bajaran de los carros y las calandrias en el centro, para que
subieran al palco de la Presidencia Municipal y que la gente las pudiera ver y
saludar; también estuvieron en el escenario que estaba montado en el atrio de
la Parroquia, y la gente no dejaba de aplaudir. Ver cómo el público las
recibió, y les aplaudió…. fue una experiencia realmente increíble.
Todos esos días de trabajo y esfuerzo, nos
fueron recompensados con el éxito que tuvo el desfile, a pesar del cansancio, a
pesar de todo, a pesar del poco o nulo apoyo.
Por eso ahora, me da mucho gusto que estén
celebrando este 470 aniversario de nuestro Autlán. El programa que está
preparado con el mini carnaval y la corrida de toros con el Juli (¿ahora sí
vendrá?)… en fin.
De verdad que es un gusto saber que ahora
sí estuvieron interesados en celebrar el aniversario del pueblo.
¡¡Salud Autlán!!