lunes, 18 de marzo de 2013

Artes y oficios 5: Alejandro Lázaro, churrero



Desde hace muchos años, sobretodo cuando era niña y que dábamos un paseo por los jardines del centro de Autlán las tardes de domingo, era común ir a comprar unos ricos churros y disfrutarlos sentados en alguna de las bancas. Siempre era con el mismo señor, siempre eran del mismo lugar y casi siempre teníamos que hacer una pequeña fila para poder comprar y disfrutar los churros con azúcar. El día de hoy fui a platicar con don Alejandro Lázaro Segura, el señor de los churros del portal Guerrero.
Don Alejandro es originario de Irapuato, Guanajuato, y tiene en el oficio de preparar churros desde hace 36 años. Dice que por azares del destino y por ayudar a unos amigos fue que aprendió la preparación de este postre mexicano. Esto fue en Manzanillo y ahí se quedó trabajando 6 años, hasta que por invitación de uno de sus amigos, hace más o menos 30 años, vino a Autlán a vender churros por primera vez y ya no se fue, le gustó tanto el pueblo que decidió quedarse aquí.
Su negocio es familiar, pues con él trabajan su esposa María Teresa, su hija y su yerno. Por las mañanas es tranquilo su trabajo en casa, se dedica a comprar las cosas que le pueden hacer falta para la preparación de la masa, la que comienza a trabajar desde medio día. Su receta es secreta, dice que solo quienes trabajan con él son quienes pueden saberla, para que sigan haciendo churros hasta que ellos quieran, pero el secreto se quedará en la familia.
La venta en general es buena, aunque hay días un poco malos y otros en los que les va mejor. Dependiendo del día es como se preparan para la venta, cuando llueve es cuando menos se vende, aunque también depende de la hora de la lluvia, si es antes de las 4 de la tarde la venta puede ser buena, si no, pues es mejor no salir, porque todo mundo esta resguardándose en su casa.


Su clientela es muy variada, pues a todos se les puede antojar comer un churro. Ha tenido gran variedad de visitantes famosos en su negocio, como Carlos Santana, Emilio González Márquez, Aristoteles Sandoval, Alberto Cárdenas, el obispo de Autlán Gonzálo Galván y muchos turistas, quienes disfrutan de sus productos.
Dice don Alejandro que para él la competencia no es tan importante, pues para todos los gustos hay comida, ya sea pan, tamales, tacos, paletas y a quienes les gustan los churros van y los compran con él. Siente que en general le ha ido bien, y que va a seguir preparando los churros hasta que pueda trabajar, y lo mejor es que ha dejado su legado a su hija y a su yerno para que la gente los siga disfrutando. 
Su horario habitual de trabajo es de 6 de la tarde hasta 9 o 10 de la noche, dependiendo de cómo vaya la venta, y lo pueden encontrar en el portal Guerrero, donde pueden disfrutar unos ricos churros y por la compra pueden disfrutar gratis un delicioso y aromático café de olla, que él mismo prepara.
Y como dice don Alejandro: "No fui el primer churrero de Autlán, pero sí el que primero les dio un cafecito para que disfrutaran sus churros".


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