Fue importante también la puesta en marcha de los nuevos servicios de algunas unidades deportivas desde el mes de marzo, como iluminación para usarlas en la noche y los aparatos de gimnasio.
En el lado negativo está la terrible decadencia de lo que fue la Semana Cultural Universitaria, que con el cambio de nombre y fechas (ya no tiene fecha definida) desde el año pasado acabó con su identidad y con uno de los puntos más importantes en la agenda cultural del pueblo. A esto se une la falta de actividad en la Casa Universitaria, que la mayor parte del año permaneció cerrada.
El Museo de Ciencia y Tecnología sigue con una sola piedra (desde la ceremonia de colocación de la primera piedra en diciembre de 2009 nadie se ha vuelto a parar ahí) y el Museo Regional (ya no sé con qué nombre se le va a llamar definitivamente) sigue siendo una anhelada promesa: después del nombramiento de un patronato y de un "comité de contraloría social" y de varios eventos de presentación aún no se cuenta con una fecha cierta para su apertura.
Lo malo en este tema fueron los daños que sufrió el Paseo del Coajinque con el huracán Jova en octubre y la falta de protección a la imagen del llamado centro histórico de Autlán, con los permisos para construir edificios como el de la nueva tienda Coppel.
La necedad de seguir dando permisos para puestos comerciales ambulantes de todo tipo en el centro del pueblo durante el Carnaval, cuyos inconvenientes se perciben perfectamente con los ojos y con la nariz, ha sido otro aspecto negativo.
El kiosco del jardín Constitución sigue deteriorándose debido a los trabajos que se le hacen durante el montaje del nacimiento que se instala ahí en diciembre y a que no se le da ningún tipo de mantenimiento durante el año.
En la literatura, en 2011 hubo buenos momentos, como la presentación del libro Los Morros del Narco, de Javier Valdez, en el Aula Magna del CUCSur y la publicación de los libros La Bruja, la más reciente recopilación de cuentos de Alfredo Ortega y Nació para pintar, de Gabriel Lima, un compendio de anécdotas sobre la vida cotidiana del pintor Atanasio Monroy.
Además, en este año se abrió la librería Mundo del niño que, a pesar de su nombre, cuenta con un buen surtido de literatura para todas las edades, y se anunció la librería de la Casa Morumbí, que contará con material del Fondo de Cultura Económica.
En 2011 se publicaron cuatro libros producto de investigaciones realizadas en el CUCSur, sobre temas como turismo rural, ecuaciones diferenciales, intervención social e investigación ecológica a largo plazo. Desafortunadamente no se cuenta con un punto de distribución para estas publicaciones.
Este año se volvió a incluir a Autlán en el programa FIL Joven con la visita el 30 de noviembre del escritor ecuatoriano Miguel Antonio Chávez a la prepa de la UdeG.
Lo mejor en lo relativo al teatro fue la representación el 3 de septiembre en la Casa de la Cultura de la obra La vida inútil de Pito Pérez, de José Rubén Romero, por el actor Manuel Guízar. También hay que destacar aquí la persistencia del grupo de teatro de la UPN con su género de revista y el incipiente grupo del CUCSur. Lo peor fue la desaparición del curso de teatro en la Escuela de Artes.
Sangre Mocoví, de Argentina, en el I Encuentro de Danza Latinoamericana.
La calidad de los ballets folclóricos La Grana, Aotlitlán y el del CUCSur, los mejores de la región, ha sido una de las notas buenas en la danza que se hace en Autlán. Esta calidad no se limita a los grupos folclóricos, también se extiende al flamenco de Sacromonte y a la danza árabe de Sarasuadi.
No se puede dejar de mencionar al I Encuentro de Danza Latinoamericana, un evento sin precedentes donde se dieron cita grupos folclóricos de Colombia, Perú, Venezuela y Argentina, más el ballet La Grana en representación de México, celebrado en julio en el salón Mutualista.
Alberto Escobar en la Casa Morumbí.
En la música, la ascendente y energética escena rockera, con cada vez más bandas que componen su propia música y cada vez más festivales de rock, fue un elemento importante. Las jóvenes promesas como los pianistas Érick Ríos y Salvador Hernández y algunos de los integrantes de la Sinfónica de El Grullo originarios de Autlán permiten que en este año se siga creyendo que en Autlán hay músicos de calidad para rato.
En cuanto a conciertos, los mejores fueron el del Coro del Estado en la Purísima el 4 de marzo, el de la Sinfónica de El Grullo el 26 de agosto en la plazuela Bicentenario (ambos en sendos eventos de presentación del Museo Regional) y el de Alberto Escobar en la Casa Morumbí el 24 de junio.
Lo malo es que sigue sin haber en Autlán una agrupación de música formal y una escuela profesional de música, por lo que los músicos jóvenes o aspirantes a serlo tienen que buscar opciones fuera del municipio.
Vista de la exposición Devastaciones, de Omar Regalado, en El Caldero.
En Autlán, a pesar de la falta de galerías para exponer, hay pintores que están produciendo con originalidad, entre los que destacan Omar Regalado y los integrantes del taller La Chirimoya, además de la persistencia del grupo Portales del Arte, que exponen todos los domingos en el portal Hidalgo.
La nota mala en 2011 la dio la confusión en los resultados del segundo concurso Tradición Taurina, debido a lo poco explícito de la convocatoria, que provocó un escándalo al despojar de sus premios a algunos de los ganadores al acusarlos de copiar en sus pinturas carteles de toros o fotografías publicados con anterioridad en España.
La fotografía es una actividad que ha tenido un impulso muy fuerte en los últimos años y que se consolidó en 2011 con exposiciones de jóvenes como Alan Aviña y Roberto Gamiño. El surgimiento de jóvenes fotógrafos que cultivan diferentes géneros de fotografía ha sido un buen momento de este año, junto con la constante capacitación en materia de fotografía digital, en forma de talleres y cursos, que ha estado disponible en Autlán.
En paz descanse Alan Aviña.
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