miércoles, 28 de mayo de 2008

MADRES DEL MUNDO

A ustedes que tienen un gran talento y corazón,
entre los sectores, el más querido de la población,
apelo a su sensibilidad, ternura y razón,
para emprender juntos una noble misión.

Hombres y mujeres nos estamos enfrentando,
en estéril lucha unos pierden y otros salen ganando,
la codicia y el poder nos están cegando,
y corrompidos nuestras vidas estamos arruinando.

Pueblos enteros sucumben ante los más poderosos,
que no les importa el hambre de los menesterosos,
ni los sufrimientos de los huerfanitos mocosos,
desnutridos, encueraditos, enfermitos y llorosos.

Que les importa el llanto,
de una madre en el camposanto,
que perdió el hijo de su encanto,
a quien ayer acarició y ahora añora tanto.

Que importa la madre viuda, afligida,
que perdió a sus hijos y al hombre de su vida,
a manos del mercenario homicida,
o de un fanático suicida.

Que importan los millones de desplazados,
o los sueños de los hombres en batalla destrozados,
o los niños y niñas de los brazos de sus madres arrancados,
que griten ¡mamá, papá! Toditos asustados.

Que les importa los brazos o piernas cercenados,
de los sobrevivientes en batalla mutilados,
los campos de maíz, arroz, frijol o trigo arrasados o degradados,
y el olor a sangre y muerte de los conquistados.

Que les importan los desempleados,
los millones de mojados,
los niños y jóvenes drogados,
o el mundo de los marginados.

Que les importa la pobreza,
si solo añoran la riqueza,
que les importa la nobleza
si en su corazón sólo anida la vileza.


Si tempestades no queremos cosechar,
los valores humanos hemos de sembrar y cultivar,
unidos solidariamente con ustedes madrecitas
lo podremos alcanzar.

Autor: J.Jesús Huerta Aréchiga
El Corcovado, Mpio. de Autlán de Navarro, Jalisco.
10 de mayo de 2008

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