miércoles, 11 de julio de 2018

Nomenclatura urbana 4: La calle de Antonio Rosales



Uno de los últimos barrios tradicionales de Autlán, que todavía conserva su identidad y sentido de pertenencia es el 8 de Julio, ubicado unos cuantos metros al oriente del barrio de Las Montañas. Y una de las calles que constituyen el 8 de Julio es Antonio Rosales.

Extremo norte de Antonio Rosales.

Esta es una calle muy breve, de apenas un par de cuadras, que zigzaguea de norte a sur entre las calles de Leandro Valle y de Miguel Brizuela. Y lo de zigzaguear no es ninguna exageración: tomando el sentido actual de la circulación, la calle arranca hacia el sur, tuerce hacia el sureste más o menos a la mitad del camino y poco más adelante vuelve otra vez al sur para desembocar, pocos metros adelante, en Miguel Brizuela. Aunque el trazo es típico de una calle antigua, como las vecinas del barrio de Las Montañas, en realidad esta calle se pobló como la conocemos ahora hace menos de un siglo: según don Carlos Quintero, uno de los habitantes más antiguos de esta calle, para los años 1930 en lo que ahora es Antonio Rosales había solamente un par de familias. La juventud de esta vía la confirman lo reciente de la mayoría de sus construcciones que, aunque algunas muestran todavía las puertas de entrada con un ligero arco y techo de teja típicas de la arquitectura de la región, casi todas tienen ventanas horizontales, novedad introducida hacia la década de 1950. Y esto en cuanto a las casas que parecen más antiguas, porque el resto (más de la mitad) son ya completamente modernas, con cocheras y planta alta.



Antes dije que este barrio aún conserva su identidad y su sentido de pertenencia; esto es notorio en algunos detalles que se observan al caminar por esta calle y se confirma cuando platica uno con sus habitantes: en el extremo norte de la calle, esquina con Leandro Valle, hay un consultorio homeopático que, junto con el anuncio de su actividad, presume un letrero con el nombre del barrio 8 de Julio. Un poco más adelante me encontré, además, un cartel con el anuncio de una festividad religiosa a celebrarse en los próximos días y a la que invita el barrio 8 de Julio. Una muestra patente de identidad colectiva.

8 de Julio invita.

Una manifestación de religiosidad popular.

La calle Antonio Rosales es de vocación eminentemente habitacional, aunque hay algunos negocios a lo largo de ella: alguna tienda de abarrotes, un despacho contable, una tienda de artesanías, una pescadería y un salón de fiestas en su esquina con Miguel Brizuela, que parece ser el único que puede de vez en cuando perturbar la tranquilidad del barrio. Un lugar que llega a registrar modestas aglomeraciones matutinas es la casa de don Félix el taquero, uno de los personajes más conocidos de esta calle. Él sale en su triciclo a vender sus famosos tacos por las calles del centro de Autlán, aunque es común que sus clientes prefieran esperarlo a la salida de su casa en lugar de esperar a que pase por sus domicilios, corriendo el riesgo de que su producción del día termine antes de que esto ocurra. Y también es muy común que don Félix termine sus tacos del día sin haber alcanzado a salir de su casa…

Tienda de artesanías.

Una tienda de ropa en la esquina con Ignacio Aldama.

A pesar de haber sido pavimentada hace poco tiempo, el arbolado de la calle Antonio Rosales es variado y con buena salud: encontré árboles “de sombra”, como pingüicas, y frutales como yacas y guayabos fresas. Pero un rincón llamó especialmente la atención en cuanto a vegetación: en la última de las curvas que hace esta calle antes de su extremo sur hay un par de jardineras junto a la banqueta del lado oriente en la que conviven un par de guayabos, un cítrico y un joven mango, junto con una planta de maíz, una sábila y otras plantas menores. Este espacio resulta, aunque breve, bastante fresco.

Dos jardineras bien pobladas.

El fruto de la yaca.
Guayabas fresas.

Antonio Rosales nació en Juchipila, Zacatecas, el 11 de julio de 1822. Estudió en Guadalajara, donde hizo una breve carrera en las letras y el periodismo. Comenzó su vida militar como soldado raso durante la invasión norteamericana, siendo ascendido a teniente en la defensa de Monterrey. Falleció el 24 de septiembre de 1865 combatiendo a los franceses en Álamos, Sonora. El nombre oficial de la capital de Sinaloa, Estado del que fue gobernador, es Culiacán de Rosales, en su honor.

El extremo sur de Antonio Rosales.

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