El Museo y Centro Regional de las Artes. |
2021 comenzó, al parecer, con
menos incertidumbre que con la que termina. Ya desde diciembre de 2020 el
Ayuntamiento de Autlán había decidido no celebrar el Carnaval de este año
debido a que no existían las condiciones sanitarias para permitir las
aglomeraciones que necesariamente se registrarían en los diez días antes de la Cuaresma.
Así, no hubo Carnaval con asistencia regular de público por primera vez desde
1927, aunque el Gobierno municipal sí organizó algunas actividades artísticas
para transmitirlas en vivo por sus redes sociales, sin asistencia de público. En
ellas participaron el grupo Sacromonte, el mariachi Rosales y la banda El
Aguaje, pero también se recibieron colaboraciones del ballet folclórico
Tlaxomulli, de Tlajomulco, y de la Agrupación Artística Ardanza, de Pasto,
Colombia. Hubo, además, un par de conferencias: una didáctica, sobre las
corridas de toros, sus momentos y lo que hay que ver en ellas, a cargo del
señor Rodolfo Pérez, y sobre las mujeres en la fiesta brava, por la señora
Liliana García López.
De forma paralela, un comité
integrado por representantes de instituciones oficiales, como la coordinación de
Extensión del CUCSur, el Museo y Centro Regional de las Artes y la dirección de
Arte y Cultura del Ayuntamiento, que independientes, como Komoni, el Palacio
del Arte, Letras Enjauladas, la revista Carnaval Autlán y CulturAutlán
organizaron un Carnaval Cultural, también con actividades a distancia. Todos los
días, desde el 7 y hasta el 16 de febrero, se transmitieron cápsulas
informativas breves sobre algunos elementos del Carnaval y sobre los distintos
gremios que han participado en su organización a través de la historia y se tuvieron
conferencias y entrevistas sobre temas tan diversos como los toros de reparo,
la música en la historia del Carnaval, el callejón del vicio, la moda o las vivencias
dentro del callejón de la plaza de toros.
Otras actividades que ya existían antes de 2020
también se tuvieron que mudar al ambiente virtual o, al menos, a integrarlo a
su organización. Fue el caso de la IV Semana Cultural Ernesto Medina Lima, del
Capítulo Costa Sur de la Benemérita Sociedad de Geografía y Estadística del
Estado de Jalisco, que se celebró en mayo en el Museo Regional, con público y
transmisión simultánea por redes sociales. Algo similar ocurrió con la XXVII Semana
Cultural Universitaria. Pero también vimos actitudes completamente opuestas:
festivales realizados completamente por medios virtuales, como el V Festival
Áurea Corona y el III Festival CAD Autlán, y otros celebrados por completo de
forma presencial, como el IV Festival Músico Cultural Carlos Santana, en
noviembre. Incluso, vimos el nacimiento de un nuevo festival: el de poesía
Antonio Alatorre, que se celebró a distancia en el mes de marzo y que ya
anunció su segunda edición.
Una actividad que no solo se mantuvo, aunque
fuera a distancia, sino que se enriqueció gracias a esta modalidad, fue la de
las cátedras inaugurales para las distintas carreras del Centro Universitario
de la Costa Sur. En 2021, en lugar de que se presentara un ponente ante un
grupo de alumnos en el Aula Magna, lo hizo a través de las herramientas de
comunicación que se han vuelto tan comunes, específicamente a través de Zoom,
con transmisión simultánea por Facebook. Entre las cátedras destacadas
estuvieron la que impartió, desde Los Ángeles, el artista Sergio Arau para la
licenciatura en Artes; Sung Hun Park, ex cónsul de Corea en México, para la
ingeniería en Procesos y Comercio Internacional; o la de Numeriano Bouffard, presidente
de la Cámara de Comercio Filipino-Americana, para Turismo. Ellos son ponentes
que, sin el acicate de la pandemia y la necesidad de comunicarnos a distancia,
quizás no hubieran interactuado con los estudiantes del CUCSur.
Y, ya que hablamos de asuntos universitarios, 2021
fue el año en que la licenciatura en Artes, que comenzó a trabajar en marzo del
año pasado, dio las primeras muestras de lo que puede ser su aporte a la
región. Además de ofrecer varios avances de lo que pueden hacer sobre un
escenario sus profesores y alumnos, con intervenciones en distintos momentos de
la Agenda Cultural del CUCSur, también realizaron otras actividades, acaso de
mayor trascendencia: durante algunas de las jornadas de vacunación contra COVID
que se realizaron en las instalaciones del centro universitario un grupo de
integrantes de esta licenciatura estuvieron amenizando los trabajos con música
en vivo, solo por el gusto de mejorar el ambiente. En los primeros días de octubre,
además, la licenciatura celebró su primer coloquio, en el que alumnos y
profesores y un invitado externo presentaron ponencias sobre diversidad de
asuntos: el jazz en la región, el archivo musical de la parroquia de Unión de
Tula, el impacto del Museo y Centro Regional de las Artes en la escena cultural
autlense, la chirimía… claro, también el coloquio fue celebrado a distancia.
Aunque es normal que cada año se presentan libros
de reciente publicación en Autlán, la mayoría son publicados por instituciones
como el Centro Universitario de la Costa Sur. En 2021 tuvimos, sin embargo, la
publicación de varios títulos hechos a partir del esfuerzo de sus autores: en
febrero el profesor Raúl Lizaola Corona publicó su tercer poemario, Latidos,
que complementa a Resonancias, de 2006, y Cavilaciones de Ausencia,
de 2010.
En mayo Guillermo Tovar presentó su segundo
libro, Un pueblo que canta. Historia del Orfeón Proa, producto de cuatro
años de investigación en fuentes orales, documentales y hemerográficas sobre el
Orfeón Proa, una de las cumbres de la vida musical autlense. En septiembre hizo
lo propio el profesor Mario Santana con su libro 7 mitos y verdades de
nuestra gente, una recopilación de siete leyendas de las regiones Costa Sur
y Sierra de Amula.
Durante la XXVII Semana Cultural Universitaria,
en octubre, don Gabriel Lima Velásquez presentó, en una sesión que se convirtió
en un homenaje a la trayectoria de este personaje, su libro El mar y otros relatos,
una colección de anécdotas e historias que escribió pensando en dejarlas para
sus descendientes pero que decidió publicar, en un tiraje muy corto, para que
llegaran a otras personas fuera de su familia. En noviembre fue publicado el
primer libro de José Feliciano Medina, de Mezquitán, una serie de cuentos sobre
la vida rural de nuestra región, que fue presentado el 13 de diciembre en el
Palacio del Arte.
El 5 de junio, durante una de las treguas que ha
dado la pandemia, el Capítulo Costa Sur de la Benemérita celebró en el Museo
una sesión académica solemne para recibir los trabajos de ingreso de dos nuevas
socias: de la nutrióloga Cristina Jiménez Camberos, sobre un trabajo de mejora
del manejo de alimentos en el mercado Juárez, y de la arquitecta Sylvia Corona
Cortés, sobre la genealogía de las familias Michel y Corona en la región. En octubre,
entre el 15 y el 16, el Archivo Histórico de Lagos de Moreno celebró el XVII
Coloquio Internacional de Temas Jaliscienses Mario Gómez Mata, que contó con dos
ponencias autlenses: Lejanas provincias. Los cantos religiosos en Autlán,
una tradición olvidada, de Guillermo Tovar Vázquez, y Los Dolores. La historia
que no muere, de Martha Florentina Corona Santana. Estas ponencias
integraron el programa de 20 exposiciones, en las que participaron
investigadores como Silvia Quezada o Thomas Hillerkuss.
La segunda mitad del año los autlenses notamos
con extrañeza, que el Museo Regional permanecía cerrado al público a pesar del
semáforo verde que ya se tenía en Jalisco con respecto a la pandemia. El Museo termina
el año en esa situación, sin que conozcamos algún posicionamiento al respecto
por autoridad alguna. Pero cerramos el año con una muy buena noticia: el debut,
el 17 de diciembre en el auditorio Hermilio Hernández, de la orquesta sinfónica
ECOS Autlán, integrada con los alumnos del núcleo ECOS Autlán, dependiente de
la Secretaría de Cultura de Jalisco y que tiene trabajando en la Casa de la
Cultura desde marzo de 2020. Sus alumnos son chicos de 6 a 16 años, que están
recibiendo una formación musical que los hará mejores personas, sin duda.