En esta época en la que el calor nos hace delirar, no hay nada mejor que tomar algo refrescante. Una nieve puede ser uno de los mejores remedios, y qué mejor si nos la llevan, literalmente, a la puerta de la casa.
Don José Manuel Meza Araiza, originario de La Huerta, Jalisco, quien desde hace 25 años vive en Autlán, se dedica a preparar y vender nieves por las calles de nuestra ciudad. Comenzó hace 20 años como empleado y ahí fue donde aprendió a realizar el preparado, aunque las que conoció al principio fueron nieves de leche o helados, como también se les conoce, así como nieve de agua, no eran preparadas de manera artesanal y siempre se utilizaban colorantes y saborizantes artificiales. Se puso a investigar y cuando pensó en poner su propio negocio, hace 10 años, quiso prepararlas de manera diferente, y conoció la nieve de garrafa, la artesanal.
La nieve la prepara él mismo utilizando, entre otros ingredientes, "maicena" natural, leche entera de vaca, azúcar y fruta de temporada, de la que compra en el mercado. Para prepararla se levanta temprano para ir a comprar los ingredientes de lo que será la venta del día, como ayer domingo, que los sabores fueron: fresa, mamey, guayaba, limón, plátano, vainilla, galleta de chocolate y pitaya.
El tiempo de preparación de cada galón no es mucho, para 10 litros puede tardar 40 a 45 minutos, así que puede preparar hasta 8 o 9 galones para llevar a sus clientes diferentes sabores. Solo cuando es temporada baja, cuando hace frío, la nieve la prepara máximo cada 2 días, no más, por que pierde su sabor natural y se convertiría en mero hielo con color.
Sus principales clientes son los niños pero, la mayoría de las veces, los papás aprovechan para comprarse una nieve y disfrutar junto a los pequeños los sabores.
Don José Manuel dice que la competencia no existe, pues al igual hoy a sus clientes se les antoja otra bebida refrescante, como se le puede antojar una nieve, y mientras haya trabajo para todos no hay problema, pues todos tenemos necesidades y él se siente contento y agradecido con sus clientes, pues nunca le han dejado solo y siempre han consumido su producto.
Pero don José no se quiere quedar solo con su puesto ambulante, quiere progresar y espera poder abrir en algunos días una nevería, en forma, en un localito pequeño, pero al que la gente pueda ir y tomarse una nieve ahí, y con la ayuda de su familia lo va a lograr.
A don José se le puede encontrar todos los días por toda la ciudad, con su característico sonido que anuncia la "Nieve de Garrafa Cony, 100% natural".